No es nada más que un anhelo de dos, para la gente y el jugador, las ganas de verse ahí. Bajo este contexto, el equipo mendocino Sport Club Pacífico de General Alvear afrontará la aventura de su vida por la Copa Argentina ante Estudiantes de La Plata, algo que veían muy lejos hace unos años, tejiendo sueños en el Federal B.
Desde hace cinco temporadas que el elenco del sur de Mendoza compite en esa divisional y en la Liga Alvearense, donde es uno de los referentes.
Con poco menos de 500 socios activos y con casi 97 años de historia, Pacífico clasificó a la fase eliminatoria de la Copa Argentina y contagió de alegría a un pueblo mucho más allá de General Alvear: tiene seguidores en Malargüe, San Rafael, Real del Padre y Río Diamante, una zona que enamora por sus viñedos y el paisaje cordillerano.
De hecho, Alvear no juega contra un club de Primera División desde 1969, cuando disputó un amistoso con Boca, en Mendoza, y le ganó 2 a 1. Por entonces el Xeneize tuvo a todas sus figuras. ¿Le dará el golpe de gracia al Pincha en la cancha de Banfield?
Andrés Villafañe es su actual DT, quien asumió en abril pasado, y se encontró con un nutrido plantel, que tiene 13 futbolistas nuevos que vinieron especialmente por la Copa Argentina, embalados con este hecho histórico, de medirse ante un club con pergaminos internacionales.
Uno de sus protagonistas es el volante central Guillermo Bodnarsky, de 26 años y con toda una vida dentro de Pacífico, alias el Lobo de Alvear, un detalle no menor que deberán tener en cuenta los hinchas de Estudiantes.
"LLegué al lobo a los 7 años, pasé más de la mitad de mi vida acá y es lo que me hace feliz. Soy oriundo de esta ciudad, que tenemos es impresionante. Todo el viaje a Buenos igual que toda mi familia, y la ansiedad con emoción Aires fue con alegría, estamos ante una oportunidad histórica", detalló Guille en Diario Popular.
Bodnarsky es uno de los casos llamativos de Pacífico no sólo por ser uno de los pocos jugadores de la casta del club, sino porque le produjo una enorme emoción saber que Estudiantes iba a ser el rival: "Me puse a llorar, no lo podía creer. Se me vinieron a la mente todos los recuerdos, pensé en mi familia, en los sacrificios que se hacen y se hicieron acá, en mi cuando yo era chico y soñaba con marcar a uno de estos jugadores monstruos del fútbol argentino".
El volante es profesor de Educación Física y ejerce como preceptor en un colegio de la ciudad, El Ceibo: "A la tarde entreno y por la mañana estoy en esta escuela pública. Cuando hicieron el sorteo de la Copa justo lo estábamos viendo con los chicos y me agarró una emoción.
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