Independiente se floreó en Bolivia donde derrotó a Guabirá por 3-1 en el debut de ambos equipos en la fase de grupos de la remozada Copa Sudamericana. El Rojo fue claramente superior a su rival y lo vapuleó con tres goles de Jonathan Herrera que le permitieron iniciar con buen pie el certamen más allá de las bajas que debió afrontar por distintos motivos.
En una semana, el elenco que orienta Julio César Falcioni, quien no estuvo presente ya que se está recuperando tras contagiarse el coronavirus, recibirá en el Libertadores de América a Montevideo City Torque, de Uruguay, que igualó 1-1 con Bahía de Brasil en el otro partido del Grupo B.
Ante un adversario muy tibio, el equipo de Avellaneda hizo pesar las mayores cualidades futbolísticas de sus jugadores y ya en los primeros 45 minutos marcó claras diferencias sobre Guabirá, que intentó jugar prolijo pero careció de profundidad.
El camino se le allanó rápidamente al elenco que orientó desde el banco de suplentes Omar Piccoli. Sobre los 8 minutos, Fabricio Bustos habilitó por derecha a Jonathan Herrera y el goleador sacó un disparo que se desvió levemente en un rival y se le metió por arriba al arquero Saidt Mustafá.
A partir de ese instante, Independiente manejó los tiempos del encuentro, con una muy buena tarea de Domingo Blanco, bien acompañado por Alan Velasco, y por Andrés Roa. No es que el Rojo haya sido un relojito pero supo aprovechar los espacios y generó réplicas picantes que no llegaron a destino por decisiones equivocadas a la hora de dar la puntada final.
Hasta que a los 35, Velasco realizó una gran jugada por derecha, sacó un zurdazo bajo que dio de lleno en el segundo palo y el rebote le quedó servido a Herrera, quien, completamente libre, solo tuvo que empujar el balón a la red para sellar el 2-0 parcial.
El tercero no se hizo esperar. A los 7 minutos del complemento Independiente hilvano la mejor jugada del partido que derivó en un centro desde el flanco derecho de Bustos, que Andrés Roa empujó al travesaño y el rebote quién lo iba a tomar... Si, ahí estaba Herrera para empujar el balón a la red, concretar su hat trick y asegurar el triunfo.
No fueron las únicas chances que generó la visita frente al arco local. Hubo muchas más, pero por falta de puntería Independiente no las pudo concretar. Y en los minutos finales fue castigado con un gol de Bruno Pascua de cabeza.
Igual, no hizo falta que Independiente se abusara de su oponente: ganó dejando una muy buena imagen que deberá ratificar en siete días. Y en el medio tendrá que traerse un buen resultado de Santa Fe, donde enfrentará a Unión, para seguir prendido en la Copa de la Liga.
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