
El delantero de la Selección Argentina se refirió a las posibilidades que aparecen en su futuro profesional y también confesó cuestiones personales.
Julián Álvarez se refirió a un posible pase a Barcelona y confesó la frase que lo marcó de su padre. Además, la Araña habló de su perfil silencioso, el liderazgo de su entrenador Diego Simeone y mucho más en una entrevista extensa con el prestigioso medio francés L’Equipe.
“En España se habla mucho de mí y del Barcelona. Cuando fiché por el Atlético el año pasado, también se habló mucho de París. Es cierto que hubo conversaciones entre la directiva del PSG y mi agente; mostraron interés en ficharme, pero no se concretó. Por el momento, estoy centrado en el Atlético. Veremos qué pasa al final de la temporada”, declaró.
Después, Julián confirmó que fue la búsqueda de mayor protagonismo lo llevó al Atlético de Madrid: “Recibí llamadas de varios clubes. Elegí venir acá porque sentí que podía ganarme un puesto aquí y dar lo mejor de mí, gracias al espacio que me ofrecieron. El club sigue creciendo; juntos podemos lograr grandes cosas”. Pese a tener contrato con el Colchonero hasta 2030, la puerta para una transferencia en el siguiente mercado de pases está abierta.
En contraste con muchos futbolistas, el Araña mantiene un perfil discreto y familiar. “De pequeño, mi padre nos decía: ‘Nada de tatuajes, nada de cigarrillos, nada de alcohol’. De adultos, cada uno toma sus propias decisiones, pero yo no siento la necesidad de tener tatuajes. La verdad es que soy bastante tranquilo y disfruto pasando tiempo en casa con mis seres queridos. Ahí es donde me siento más feliz”.
Además, Álvarez sostuvo: “Me muestro tal como soy; no intento vender nada más. En definitiva, creo que hoy en día, en un mundo con todas estas plataformas de redes sociales que revelan tanto, ser natural es lo que más atrae”. Un perfil más cercano a Messi o Di María y diferente de Maradona o Dibu Martínez.
La infancia de Julián en Calchín, un pequeño pueblo agrícola de Córdoba, marcó profundamente su carácter y su carrera. “Desde muy pequeño, mi familia me inculcó valores sólidos: compromiso, trabajo duro y el esfuerzo necesario para lograr lo que uno se propone”, relató.
Hoy, con 25 años cumplidos, Álvarez ya conquistó los títulos más prestigiosos: Mundial, Copa América, Champions League, Premier League. “El título que me falta, y que pronto tendré, es el de padre (¡mi pareja está embarazada de siete meses!)”, exclamó. Desde el punto de vista deportivo, su ambición es “volver a ganar los títulos que ya he ganado. Quiero hacerlo de nuevo porque lo que se siente al ganarlos, toda esa felicidad, compartida con mis compañeros, es incomparable”.
Por otro lado, la relación con Diego Simeone es positiva y se basa en una visión compartida del fútbol: “pasión, trabajo duro, dedicación, esas ganas de luchar contra dos grandes clubes, de no rendirse nunca, de creer siempre. En el campo, confía en mí y me da total libertad: nuestra relación es muy positiva”.
Por último, Álvarez ocupó el séptimo lugar en el Balón de Oro en 2023, pero no estuvo entre los 30 nominados en los dos años siguientes. “Obviamente, es un honor estar entre los treinta mejores jugadores del mundo y asistir a un evento tan importante. Significa que estás haciendo las cosas bien. Me enorgullece, pero no me preocupa no estar entre los treinta nominados; estoy haciendo lo que me apasiona. No necesito elogios para ser feliz. Jugar al fútbol me basta”, concluyó.