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Tras la eliminación en octavos de final de la Copa Sudamericana, los futbolistas del Ciclón no se callaron nada y la autocrítica de algunos protagonistas fue lapidaria.
A pesar de la buena diferencia que había sacado en el partido de ida con el 3-1, San Lorenzo fue una máquina de cometer errores en la revancha en Montevideo, Nacional aprovechó la siesta la juventud santa a la perfección y lo limpió de la Copa Sudamericana en octavos de final.
Y el adiós en la Copa trajo un ciclón de críticas de los mismos jugadores de San Lorenzo, que no se apiadaron ni de ellos mismos. "Nosotros entramos dormidos, ¡somos unos pelotudos!", bramó Rubén Botta, sin vueltas. Y luego apuntó al arbitraje: "Nos cagaban a patadas y no cobraban nada. Sabemos que entramos dormidos pero también se hace difícil así".
Además de Botta, Fabricio Coloccini -el referente principal de este San Lorenzo- también dejó una frase picante, aunque más medida: “Para jugar en este equipo hay que estar a la altura”, soltó el zaguero, caliente con el rendimiento del Ciclón.
El experimentado defensor se refirió a la juventud e inexperiencia del plantel de San Lorenzo, pero no lo puso como excusa: “No jugamos bien. No estuvimos a la altura, cometimos errores claves. Somos un equipo grande, más allá de tener juveniles o no. Nos tenemos que ir de la Copa de esta forma, que no nos gusta”, destacó.
Y cerró: “Ya nos pasó en varias ocasiones, tenemos que aprender más allá de ser un plantel joven. Es un golpe muy duro”.
Luego, el entrenador Claudio Biaggio le bajó el tenor a las declaraciones: "Rescato la entrega. Con un desgate muy fuerte como fue el partido de Lanús, fue una entrega muy importante.
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