
“Algún día te voy a tirar la avioneta”, le decía el jugador de General Genes Roberto Gabriel Trigo en tono de broma. El amigo Alfredo Lird tenía la extraña costumbre de pasar rasante por la cancha. Pero un día las palabras del futbolista fueron una realidad. Recibió la pelota desde un córner y la tomó de aire. El balón fue directo a la aeronave, que terminó derribada a doscientos metros. No hubo heridos, pero sí un histórico recuerdo y triunfo en todo Paraguay.
Trigo rememora ese momento ocurrido hace 60 años. "Él pasaba siempre durante los partidos o las prácticas y yo le decía en guaraní: 'anive reyu upeicha, porque roityta', que significa: 'No pase más así que le voy a tirar con un pelotazo que le voy echar', y él se moría de risa porque era mi amigo", contó a la agencia de noticias EFE.
El potente pelotazo golpeó en la tapa del motor, pero Lird no sintió miedo, el que se asustó fue su copiloto, un joven paraguayo.
"Tiraron un córner y yo bajé con el pecho, agarré el balón muy de abajo y lancé un pelotazo arriba y justo pasaba (Lird)", describió el hombre de 76 años.
El encuentro de General Genes ante Presidente Hayes se suspendió unos minutos. Todo el público se fue al baldío en donde cayó el aparato. A Trigo le dieron agua fría y le pidieron que se tranquilizara, que nada había pasado. Todo estaba bien.
Tras conocer que los ocupantes de la avioneta no habían sufrido daños, Trigo explicó que el partido continuó y finalizó con un 2-0 a favor de General Genes.
Todos los diarios del país reflejaron la noticia y el extraño hecho. A partir de ese momento, Lird no pasó más por el campo en avión, si a pie y siempre ovacionado.
"Mientras jugaban entró él y empezó el aplauso de la gradería, me di la vuelta y vi que era él. Me dijo: 'Fuerza, fuerza'", explicó Trigo.