Lanús no tuvo Fortaleza ofensiva en la revancha ante Independiente del Valle por los octavos de final de la Copa Sudamericana y pagó con eliminación el precio de no marcar goles de local tras perder en la altura por 2-1 el partido de ida.
El conjunto de Jorge Almirón jugó con un hombre de más desde los 47 minutos del duelo. Sin embargo, y pese a la leve superioridad, desperdició las chances que generó, le anularon -bien- dos goles por fuera de juego y se despidió del certamen.
En el periodo inicial, después de un primer cuarto de hora con dominio repartido, el Granate se acomodó y plantó bandera en campo ecuatoriano para acercarse al 1-0 que lo depositaba en los penales.
No obstante, a los 22, en una de las más claras que engendró, Raúl Loaiza no logró conectar un remate desviado de Lucas Varaldo y la pelota terminó en las manos del arquero Wellington Ramírez. Antes de esta ocasión, a los 15 minutos, Maximiliano González había marcado de cabeza, pero la jugada fue anulada por offside previo de Lautaro Acosta.
El segundo tiempo iniciaría con una inmejorable oportunidad de Lanús para intentar marcar la diferencia. Apenas dos minutos después del descanso, Jonatan Bauman vio la roja por un pisotón a Pérez y dejó a la visita con uno menos.
Con ese impulso, el Grana intentó. Aunque no lo encontró. Pepe Sand, en soledad, ya sin su mejor cómplice José López, no estuvo preciso dentro del área. En tanto que a los 64, Braian Aguirre intentó de zurda desde afuera con un gran remate que atajó el guardameta ecuatoriano. Y luego tuvo otro festejo en vano, porque Belmonte la metió y el línea levantó la bandera debido a la posición ilícita anterior de Spinelli.
Lanús cerró la noche sin profundidad y el hecho de haber recibido un gol en la última jugada en la altura fue lo que significó gran parte de la eliminación de la Sudamericana. Al Grana le faltó agresividad, no se hizo fuerte de local y ahora la Copa no tiene equipos argentinos.
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