Tras eliminar a River de la Copa Argentina, Patronato, en su casa donde también en este campeonato goleó a Boca e Independiente y venció a San Lorenzo, dio otro golpe: le ganó 2 a 1 al líder Atlético Tucumán tras empezar perdiendo, superó a Aldosivi en la tabla de los promedios y festejan Racing, que quedó a un punto del Decano y Boca, que si le gana a Vélez, le sacará la punta.
El Patrón volvió a mostrar que es un equipo durísimo con su gran juego directo, su entrega y solidaridad en cada pelota y personalidad. Superó la presión de tener la necesidad de ganar después de tres fechas para seguir con esperanzas de salvarse del descenso ante ni más ni menos que el Decano. Le jugó de igual a igual y cumplió el objetivo.
Atlético Tucumán madrugó a Patronato: a los cuatro minutos, Ramiro Carrera mandó un centro preciso para Mateo Coronel que metió un cabezazo tremendo para abrir el marcador. Pero, el Patrón respondió enseguida y con la misma fórmula igualó el encuentro: a los quince, Marcelo Estigarribia, tras un envío de Lozano, sacó su propio testazo imposible para el arquero.
Después, el local volvió a golpear con un tanto de Sebastián Medina: tras una gran triangulación y centro al área, el defensor la clavó contra el palo y desató el festejo de su gente. Y luego el equipo de Facundo Sava aguantó al visitante que fue con todo por el empate, que no consiguió. En el equipo vencedor, el arquero Facundo Altamirano, el defensor Raúl Lozano, el volante Justo Giani y el delantero Marcelo Estigarribia tuvieron un nivel muy alto.
Por su parte, en el Decano, pese a la derrota, tuvieron grandes partidos Carlos Lampe, Ramiro Carrera, Joaquín Pereyra y Cristian Menéndez. Atlético Tucumán tropezó pero no tiene nada que reprocharse ya que jugó de todas maneras un buen partido. Y sigue, obviamente, en carrera al título en un campeonato en el que, más allá si el final es levantando un trofeo histórico o no, está haciendo un campañón.
Patronato y Atlético Tucumán regalaron un partidazo: ambos sostuvieron una gran intensidad de juego, entrega y, ambos realizando muy bien su estilo de ataque directo, tuvieron muchas chances. Lo dejaron todo porque tenían que ganar para sus objetivos. Pudo ganarlo cualquiera. Ahora, ganó Patronato y también ganó Racing y Boca, que con la derrota del Decano, se agigantan sus posibilidades de cumplir sus deseos de salir campeón del fútbol argentino.
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