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Cristiano Ronaldo hizo un show en el Camp Nou, en la ida de la Supercopa de España. Por un lado, liquidó el partido con un remate sensacional que se colgó en el segundo palo de Ter Stegen. Después, con el resultado a favor, tiempo más tarde de que se sacara la remera para imitar el festejo de Lionel Messi en el Santiago Bernabéu, intentó simular una falta en el área. El árbitro le sacó la segunda amarilla y se fue expulsado.
El portugués, cuando vio la roja, empujó al árbitro como "señal de disconformidad". A raíz de esa reacción, el castigo de la Federación Española de Fútbol será mayor: estará cinco fechas sin jugar y se perderá, entre otros encuentros, la revancha de la Supercopa, a disputarse el próximo miércoles en Madrid.