Incorporar al último goleador de la Superliga, no será tan sencillo para la dirigencia de Boca. La secretaría de fútbol ya inició gestiones para sumar a sus filas a Silvio Romero, cuyo pase está valuado en 1.500.000 dólares, debido a la baja cláusula de rescisión de su contrato que le puso Independiente para que no quede libre por falta de pago de sus haberes.
Aunque parecía que la operación iba a ser sencilla, el club de Avellaneda buscaría sacar un mayor rédito de la operación y podría pedir a cambio, además del dinero, el 50% de Iván Marcone y el 50% de Walter Bou.
En las últimas horas, allegados al departamento de fútbol boquense, que maneja Juan Román Riquelme, dijeron a Télam que hubo un nuevo acercamiento con el jugador en las últimas horas y que su intención es vestirse de azul y amarillo.
Pese a los reparos que pondrá el Rojo, la dirigencia Xeneize espera que el futbolista termine de destrabar su situación, por la deuda que la institución de Avellaneda tiene con Romero, para hacer el pedido oficial.
Según los rumores, Riquelme hablará con Pablo Moyano, vicepresidente de Independiente, para gestionar al delantero. Y su intención sería clara: conseguir que la llegada del goleador no dependa de la partida de Marcone.
Más allá de que la relación entre ambos clubes es buena, y hay amistad entre los presidentes Hugo Moyano y Jorge Ameal, en Independiente no habría gustado que Boca volviera a hablar con su figura más rutilante.
En el club de la Ribera, en tanto, piensan que desde Independiente también hicieron algo parecido cuando el entrenador Lucas Pusineri habló con Marcone. La novela todavía tiene varios capítulos y su desenlace podría estirarse hasta el final del mercado de pases.
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