Tras caer 1 a 0 en la ida en Uruguay, la Academia venció 3 a 1 al Manya con un gol agónico y avanzó a la próxima instancia del certamen copero.
Racing, con alma y corazón, dio vuelta la serie ante Peñarol y clasificó a los cuartos de final de la Copa Libertadores. Tras caer 1 a 0 en el duelo de ida en Uruguay, la Academia venció 3 a 1 al Manya con un gol agónico a los 94 minutos de Franco Pardo y avanzó a la próxima instancia del certamen: allí enfrentará al Vélez de Guillermo Barros Schelotto.
El equipo de Gustavo Costas abrió el marcador a los siete minutos del primer tiempo, para enseguida empatar la serie: Marcos Rojo bajó de cabeza un tiro libre y Adrián "Maravilla" Martínez apareció dentro del área chica para empujar el balón a la red.
Sin embargo, tras el inicio goleador, Racing no se llevó por encima a Peñarol como todos esperaban y el Manya igualó el duelo y se volvió a poner arriba en la serie a los 15 minutos de juego. Nahuel Herrera ganó arriba de cabeza y, tras un córner desde la derecha, hizo festejar a la delegación uruguaya.
A continuación, Brayan Cortés le tapó un gran disparo a Maravilla Martínez a los 30 minutos del primer tiempo y luego Marcos Rojo anotó el 2-1 de Racing a los 32' de cabeza tras un tiro libre pero luego fue anulado por una falta previa mediante un empujón al hombre que lo estaba marcando dentro del área. Y se fueron 1-1 al entretiempo.
El tiempo pasaba y pasaba en el complemento y no ocurría en el campo mucho más que una batalla, algo favorable para Peñarol, al que le servía el empate para conseguir la clasificación. Sin embargo, Racing se encontró con un penal a favor a los 35 minutos del segundo tiempo ante un empujoncito de un jugador de Peñarol a Maravilla, que generó polémica.
El propio delantero se hizo cargo y engañó con el palo al arquero y le rompió el arco para el 2-1 en el marcador a los 37' del complemento. Después, entraron los minutos finales y se picó: Marcos Rojo y Bruno Zuculini, quienes estaban en el banco, fueron expulsados a los 42' y se perderán, como mínimo, el primer duelo de cuartos de final con Vélez.
Y, cuando parecía que iba a terminar 2-1 a favor del local el duelo y se encaminaba a los penales, Racing consiguió la clasificación directa con un gol agónico a los 94 minutos de Franco Pardo, quien apareció solo en el segundo palo tras un tiro libre que ejecutaron con furia al área y de cabeza venció la resistencia de Cortés para el delirio de todo el Cilindro. Racing ganó la batalla con Peñarol, consiguió un triunfo copero para la historia y sigue en camino del sueño de la Copa Libertadores.