Cada vez que Boca se queda sin entrenador su nombre aparece dentro de la ola que surgen como posibilidades. Y si bien nunca se concretó, Ricardo Gareca siempre fue una opción bastante potable: el DT reveló que rechazó un ofrecimiento del Xeneize.
Sin embargo, no fue ahora, luego de la renuncia de Jorge Almirón. De hecho, ni siquiera fue durante la gestión de Jorge Amor Ameal y Juan Román Riquelme que empezó a fines de 2019, más allá de que Gareca fue una alternativa luego de los despidos de Sebastián Battaglia primero y Hugo Ibarra después -aunque la hinchada de Boca no lo quiere por su pasado en River-.
"En un momento (Daniel) Angelici quiso hablar conmigo antes de que vaya (Gustavo) Alfaro, pero yo estaba en Perú y le dije que tenía contrato, entonces no podía interrumpirlo", contó el Tigre, en diálogo con TyC Sports en el Líbero Versus. Esta charla se dio luego de que Boca pierda la final de la Copa Libertadores 2018 con River y Guillermo Barros Schelotto deje de ser el técnico.
"A veces queda la imagen de que no se les puede decir no a Boca o River, pero no sé si es tan así. Tengo que ver un montón de cosas. No es simplemente el hecho de meterme a trabajar por meterme a trabajar", sentenció el ex DT de Vélez.
"Hubo cantidad de jugadores que pasaron por ambos y dirigieron ambos, en otra época. A partir de lo que hicimos nosotros parecía que fue traición. Y era la peor etapa de Boca, hoy sería un cuento. Nos debían ocho meses, todo el plantel quedaba libre, estaba más para la quiebra que otra cosa. Vino (Diego) Maradona, se hizo el gran esfuerzo, y todo lo que llegó después fue un caos. En un acto de bronca resolvimos irnos para allá", recordó sobre su traspaso al Millonario, junto a Oscar Ruggeri.
"Durante esa época la pasamos muy mal, para nosotros injustamente, pero uno lo sabe entender por la pasión de los hinchas. Nos cantaban de todo, no solo Boca, sino las hinchadas visitantes", agregó. En el 1986, enfrentó a River con América de Cali en la final de la Copa Libertadores y La 12 le "mandaron un mensaje diciendo que si salía y mostraba la camiseta de Boca en el Monumental, me iban a perdonar, yo no acepté pero se la puso Carlos Ischia (DT) y se las mostró a los hinchas de River".
"¿Dirigir a la Selección? No lo veo ahora, pero siempre la Selección Argentina es algo que todo entrenador de su país tiene como meta. Me vi cerca en un momento, después de Rusia 2018. Estaba en ese proceso de dudas, que era Gallardo, el Cholo (Simeone)... había mucha indecisión y en ese momento sí me vi cerca. Yo le había prometido a Perú que me tomaba un mes pero, ya transcurrido el tiempo, volví. Estaba con esa ilusión, pero nadie me llamó...", confesó.
Sobre su relación con Maradona, explicó: “No sé si fui amigo de Diego. Lo único que sé es que yo lo quería y sé que él me quería. Yo con él conecté rápidamente. Me hice un lugar dentro de su círculo de sus afectos”.
Y contó una anécdota. “Estábamos con Boca en una gira. Diego no podía dormir y yo estaba en la habitación de él. No podíamos dormir por el cambio de horario. Salimos a la madrugada, tres o cuatro de la mañana. Pasamos por una joyería, me gustó un reloj y yo se lo marqué. Se ve que a él le quedó y para mi cumpleaños me lo regaló. Yo quedé loco de la cabeza”.
Aunque años más tarde le robaron ese regalo de Diego: “En el ’94 en Independiente entraron al vestuario. Fue un año glorioso en el club y había mucha euforia. Y yo llevaba siempre el reloj y me lo robaron. Fue un dolor muy grande. Son cosas que se sienten, que no se pueden explicar. Realmente uno lo quería”.
“La última vez que lo vi fue en el Mundial 2018, cuando clasificamos (con Perú). En la ceremonia que hacen previo al sorteo. Lo veo venir de frente. Era como si fuera ayer, como si hubiésemos estado en Boca y nos hubiésemos visto todo el día. Con un abrazo y todo. El grupo mío lo sorteo él. Nos reíamos. ‘Vas a ver que vas a clasificar vos’, me decía con gracia”, cerró Gareca.