La situación de Marcelo Bielsa en el Lille es cada vez más complicada. Es tan difícil que está anteúltimo en el campeonato local. Y ayer casi queda eliminado de la Copa de Francia. Se midió contra el Valenncienes, un conjunto de la segunda división el campeonato galo y, para clasificar de ronda, debió definir por penales. El partido salió 2-2: al equipo del Loco le empataron en la última jugada.
Quizás desesperado, Bielsa mostró una nueva faceta: se puso a rezar mientras sus futbolistas dirimían la serie desde los doce pasos.
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