Las transmisiones partidarias suelen contener todo tipo de deslices, pero la de Sintonía Monumental en la noche del jueves, cuando River aplastó a Jorge Wilstermann por 8 a 0 en los cuartos de final de la Copa Libertadores, excedió límites al punto de tirar al aire expresiones xenófobas.
El relato de Hernán Santarsiero subía de tono a medida que se sucedían los goles del equipo de Marcelo Gallardo. Al compás de los elogios a Ignacio Scocco, la estrella de la gloriosa noche de Núñez, llegaban los primeros mensajes para los hinchas de Boca. “Es para vos, bostero; te querés matar, seguilo por Fox”, fue una de las primeras referencias, cuando el marcador decía 3-0.
Pero fue en el quinto gol cuando explotó. “¿Quién te conoce, Driussi? ¿Quién te conoce, Alario? (…) Lloran los bolivianos de Cochabamba, lloran los bolivianos de Santa Cruz de la Sierra, lloran los bolivianos de Sucre, lloran los bolivianos de La Paz. Se desangran, se desarman, se desgarran los bolivianos del barrio de La Boca; están atónitos, no lo pueden creer, están muertos, no lo entienden. River está más cerca de Abu Dabi, y ellos se hacen un enema textil con la camiseta del Wilstermann. Otra vez por el agujerito anal se meten la camiseta de otro equipo de América”, bramó.
Y remató: “Lo gana River, el millonario acaricia la Copa. Vendrá un equipo argentino en la semifinal, vendrá el hijo de Boedo o el Lanús modesto, y después en la final que venga el que sea”.
Con el siguiente tanto, el de Nacho Fernández, el destinatario fue Roberto Mosquera, el técnico del conjunto boliviano: “Mosquera yo soy gaucho, Mosquera a mí me gusta el mate, vení y agarrame la bombilla. No existís, Mosquera, estás muerto. No vas a levantar nunca la cabeza, jamás vas a levantar una Copa Libertadores de América, cabeza de pene”.
Tras el último gol, el de Enzo Pérez, el comentarista acotó: “Papelón histórico del equipo boliviano. River 8, Wilstermann y ellos que son de La Doce, 0”.
“¿Qué pensará Chávez, que pasará por esa cabecita chiquitita?rdquo;, se preguntó después el relator, y cerró con una referencia al presidente de la AFA, Claudio Chiqui Tapia: “Tapia, no se sienten acá los partidos; no, Narnia; no, manzana. Tapia, andá con la Selección allá al Riachuelo. Así les fue a los bolivianos del Wilstermann; andá con la Selección pegadita al Riachuelo, al Alberto J. Armando, y que dios te ayude. Y que viva Perú”.