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El defensor de River quedó en la historia por su jugada. Después de ese torneo, Rojas se transformó en uno de los protagonistas de las máximas alegrías millonarias.
Luego de más de siete años sin ganarle a Boca en la Bombonera, un lluvioso 10 de marzo de 2002, por la sexta jornada del torneo Clausura, River rompió el maleficio con un triunfo categórico: 3 a 0. El gol que le puso cifras definitivas a la victoria visitante ya tiene un lugar en el baúl donde se guardan los capítulos famosos del Superclásico. También se lo identifica con un título: "la vaselina de Rojas", a raíz de la manera en que se produjo -con un exquisito remate de emboquillada- y del nombre de su autor.
Así, Ricardo Rojas, actualmente alejado del fútbol y radicado en su Misiones natal, ingresó a la galería de héroes del clásico mayor, quizás debido a que, por ser un defensor cuya característica saliente era la disciplina para la marca, no había en su currículum una maniobra tan brillante como la que tejió sobre el final del partido. De hecho, ese fue su único gol al cabo de más de doscientos encuentros disputados en nuestro país, donde también militó en Estudiantes y en Belgrano.
Rojas inició la jugada en su campo, interrumpiendo un ataque de Boca. Y aunque River ganaba 2-0 desde el primer tiempo, producto de los tantos anotados por Esteban Cambiasso y Eduardo Coudet, el misionero no quiso privilegiar el control de la pelota, ni frenar, ni lateralizar para que el poco tiempo de juego que quedaba se fuera agotando. Vio mucho campo abierto y partió con la mira puesta en el arco adversario. Combinó con D´Alessandro, recibió la descarga de Ortega y completó su aventura de manera ideal, con la frialdad y la precisión de un avezado delantero. Pisando el área vio que Abbondanzieri salía y decidió picársela. La vaselina, como le dicen en España a esa clase de remate, le salió perfecta y, abriendo los brazos, esperó que sus compañeros llegaran y lo derrumbaran para festejar a lo grande, como lo merecían el golazo y el notable triunfo de River en la casa de su eterno rival.
El hincha de River no olvida ese 3 a 0 en La Boca, ya que fue muy importante para consolidar la campaña que llevó al equipo de Ramón Díaz a asegurarse el título una fecha antes del final. Y menos la obra cumbre de Rojas, pintada bajo la lluvia.
LA FICHA DEL PARTIDO:
BOCA 0 RIVER 3 (10 de marzo de 2002)
BOCA: Roberto Abbondanzieri; Clemente Rodríguez, Cristian Traverso, Diego Crosa, Nicolás Burdisso, José María Calvo, Mauricio Serna, Sebastián Battaglia (Christian Giménez), Walter Gaitán (Ariel Carreño), Guillermo Barros Schelotto y Marcelo Delgado. DT: Oscar Tabárez.
RIVER: Angel David Comizzo; Ariel Garcé, Celso Ayala, Ricardo Rojas, Eduardo Coudet (Claudio Husaín), Cristian Ledesma (Guillermo Pereyra), Esteban Cambiasso, Víctor Zapata (Martín Demichelis), Andrés D’Alessandro, Ariel Ortega y Fernando Cavenaghi. DT: Ramón Díaz.
GOLES: 27´ Cambiasso (R), 41´ Coudet (R) y 88´ Rojas (R).
INCIDENCIA: 90´ expulsado Traverso (B).
ARBITRO: Héctor Baldassi.
ESTADIO: Boca.
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