En una de las últimas del clásico, Pablo Galdames, volante del Rojo, quedó mano a mano con tiempo con Facundo Cambeses y su remate pasó al lado del palo. Fue 0-0 en el Cilindro.
Racing e Independiente empataron sin goles en el Cilindro en una nueva edición del clásico de Avellaneda. La Academia, claro candidato en el duelo por su presente y localía, terminó respirando con el empate porque sobre el final el Rojo tuvo el triunfo con una clarísima oportunidad de gol y se lo perdió para todo el alivio del estadio.
A los cuatro minutos de agregado de los cinco adicionados en el complemento, la Academia quedó muy desprotegida tras ejecutar mal una pelota parada a su favor y el Rojo logró generar una chance de gigante riesgo de contragolpe. Gabriel Ávalos no dudó y lanzó la pelota a Pablo Galdames, quien se fue con el balón solito hasta la portería de Cambeses.
El arquero de La Academia achicó de gran manera y el volante se la jugó al primer palo, lanzando un remate de tres dedos con su pierna izquierda que pasó al lado del palo. El chileno tenía margen para amagar al arquero o tocar al costado donde estaba Luciano Cabral, quien acompañó la jugada.
Galdames se lo perdió y soñará con esa jugada, en donde pudo quedar en la historia del Clásico de Avellaneda, toda su vida. Fue 0 a 0 en el Cilindro y los dos equipo se quedaron con el sabor amargo de no poder quedarse con el derby y llevarle una gran alegría a su gente.
El partido inició con dominio del dueño de casa, que con tan solo 30 segundos en el reloj de juego tuvo una gran chance que Facundo Zabala logró rechazar sobre la línea. Un tremendo inicio racinguista que duró poco por la mejora de su adversario y el evidente desgaste físico tras una serie de duelos cruciales en poco tiempo de diferencia entre uno y otro.
Independiente creció, marcó dos goles que fueron anulados, Martirena sacó de cabeza un balón en la línea del arco y Galdames se lo perdió sobre el final. Gran debut de Gustavo Quinteros en el banco del Rojo y el equipo de Gustavo Costas, que pelea todos los frentes, no se fue lastimado ante el eterno rival.
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