La locura que se ha despertado por Lionel Messi y la Selección Argentina en Banglaseh, supera día a día lo imaginable.
La locura que se ha despertado por Lionel Messi y la Selección Argentina en Banglaseh, un país al este de la India, supera día a día lo imaginable, y gracias a los distintos videos que trascienden por las redes sociales se puede tener una aproximación a lo que se vive en ese país de mas de 160 millones de habitantes.
Este país sudasiatico, esta marcado por su abundante vegetación y sus numerosos canales, donde los ríos Padma (Ganges), Meghna y Yamuna crean planicies fértiles, y es común realizar viajes en bote. En la costa sur, un enorme bosque de mangles compartido con la India oriental, es hogar del famoso Tigre de Bengala Real.
Es precisamente en uno de esos ríos, donde los fanáticos bangladesíes decidieron poner una gigantografía de su máximo ídolo futbolístico, nuestro capitán Lionel Messi.
Pero esta no fue la primera imagen gigante de el mejor jugador del mundo que se instaló en Bangladesh, ya que al costado de una ruta se puede ver a la imagen del argentino, rodeado de banderas.
Para entender el amor de Bangladesh por la Selección Argentina hay que remontarse a 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, cuando se produjo la "Batalla de Singapur", que dejó complicados a los ingleses con Japón.
Fue entonces cuando Winston Churchill, primer ministro de Reino Unido, cortó los suministros al pueblo de Bangladesh, India, Nepal y Pakistán provocando la “Hambruna Bengala” en 1943, que dejó alrededor de 1,5 millones de muertos.
Cuarenta y cuatro años después de aquel conflicto, el 22 de junio de 1986, cuando Diego Maradona impactó al mundo del deporte con sus dos goles frente a Inglaterra -uno con la mano y el otro calificado como el gol del siglo- en el Mundial de México, lo consideraron una “venganza poética” que justamente Argentina, un país donde la Guerra de las Malvinas dejó una marca indeleble, eliminara a Inglaterra.
Aquella tarde, los bangladesíes encontraron en D10S un ídolo y en nuestro país una segunda patria.
La pasión en los "Funfest" y en las calles de Bangladesh exceden lo que se pueda imaginar, por eso las imágenes ayudan a traer un poco de claridad.
Y los festejos siguieron hasta altas horas de la madrugada.
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