Defensa de la Competencia - Parte 4

La libertad es una construcción y la ley es el mejor modo que ha conocido el hombre para lograrla. Cuando lo único que rige es la voluntad de corporaciones, la libertad entonces es sólo para algunos y por tanto la dominación la padecemos todos.Impulsamos en la Cámara de Diputados una reforma a la Ley de Defensa de la Competencia porque creemos en la competencia empresaria como la vía para lograr la innovación, para alcanzar una mayor calidad de bienes y servicios, para atraer la inversión y una consecuente mejora en la oferta.

Esto supone un beneficio para todos: para el Estado, para los consumidores y para las empresas.

Es momento de sancionar una nueva Ley, acorde a estos tiempos, como lo han hecho los países que han avanzado más que nosotros en esta materia durante la última década (los países de la OCDE y Chile, Brasil, Colombia y Perú, entre los de la región). Este es el espíritu de la reforma.

El kirchnerismo nos dejó una ley que concentra toda la toma de decisiones sobre un único funcionario: el Secretario de Comercio. La acumulación del poder y el ‘apriete’ fueron la regla, la arbitrariedad e ineficiencia fueron moneda corriente.

Hoy Cambiemos impulsa una reforma que crea un Tribunal independiente de toda injerencia política, con un perfil técnico y con miembros electos por concurso y estabilidad en el cargo por 5 años.Además proponemos sanciones transparentes, conocidas por todos, que se puedan actualizar en el tiempo, que sean severas y que tengan su oportuna revisión judicial en el marco de la garantía del debido proceso.No hay que confundirse, castigar a aquellos competidores que se ponen de acuerdo entre sí y distribuyen cuotas de mercado o excluyen a nuevos competidores es defender a los empresarios, a las PyMEs y a todos los emprendedores.

La detección y la prueba de la cartelización no es simple. Por ello estamos convencidos de que incorporar un programa de clemencia es indispensable para lograr mejor prueba y resoluciones más consistentes. No somos originales, las mejores prácticas internacionales lo recomiendan.

Instamos también a la creación de la Subsecretaría de Fomento de la Competencia para que impulse reformas legislativas y actualice los sistemas del Estado para reducir las barreras burocráticas que también obstaculizan la competencia. Que impulse inversiones en logística e infraestructura, reduciendo barreras económicas de entrada.La Ley de Defensa de la Competencia no es un instrumento antiinflacionario; este tipo de legislaciones son tan necesarias en países con inflación, como en aquellos que no la sufren. Acá lo que se quiere es proteger el interés de los consumidores tanto finales como de insumos.Debemos aspirar a un país floreciente en que las PyMEs exporten y compitan, generen trabajo e innoven.

No somos ingenuos, habrá intereses que tocar, habrá corporativismos que se opongan, pero es imposible construir una sociedad próspera y que se desarrolle sin competencia. Es imposible que la competencia sea auténticamente libre sin ley.Entre los cambios más importantes se establecen: # Habrá sanciones disuasivas millonarias de hasta 200 millones de Unidades Móviles (equivalente a $ 3000 millones ajustables por el Índice de Inflación oficial del INDEC). Antes era de $ 150 millones fijos.# Habrá un programa de Clemencia para detectar Carteles (Se pretende copiar experiencias de otros países con legislación en ese sentido esto es, un beneficio de exención o reducción de sanciones para las empresas que adhieran a este programa, en la medida en que aporten pruebas que permitan descubrir a los integrantes del cártel.# Se buscará además la promoción y el fomento de la competencia. Se implementará un Fondo de fomento de la competencia (para avanzar con programas de capacitación, programas de financiamiento a proyectos, mejora de sistemas burocráticos del Estado, con el objetivo de mejorar las condiciones de competencia).# Habrá un control ex ante (previo),