Un equipo de astrónomos de varios países del Centro Internacional de Investigación Radioastronómica (ICRAR, por sus siglas en inglés) descubrió un nuevo tipo de cuerpo celeste con campos magnéticos extremadamente fuertes "que desafía nuestra comprensión de la física de las estrellas de neutrones", informó la Universidad de Curtin (Australia).
En los resultados, que acaban de ser publicados en Nature, los autores detallaron cómo GPM J1839−10, un objeto estelar a 15.000 años luz de distancia en la constelación Scutum, está rompiendo las reglas conocidas sobre los cuerpos astronómicos.
Los expertos explicaron que el tipo de estrella de neutrones llamada magnetar emite campos magnéticos extremadamente fuertes que producen potentes ráfagas de energía que pueden detectarse en la Tierra como ondas de radio. Pero, a diferencia de los magnetares conocidos, que en sí mismos son raros, esta estrella no produce ráfagas cada pocos segundos o minutos, sino con 22 minutos de diferencia.
Solo se conoce otro objeto similar y fue descubierto por los mismos investigadores de la Universidad Curtin de Australia. Ese cuerpo estelar se encontró en los datos del radiotelescopio Murchison Widefield Array (MWA) en el área occidental de ese país. Emitía ráfagas de radio cada 18 minutos y el hallazgo se publicó en otro artículo de Nature en enero de 2022. Ese magnetar de período largo dejó de pulsar poco después de comenzar. Así que los investigadores fueron a la caza de más como él.
Después de buscar en los cielos entre junio y septiembre de 2022 con la MWA, finalmente encontraron a GPM J1839-10. Verificaron sus resultados con el Australian Square Kilometer Array Pathfinder, el Observatorio Parkes en Murriyang, NSW, y el Radiotelescopio MeerKAT de Sudáfrica. Volviendo a los datos archivados del Very Large Array en los EE. UU. y el Radiotelescopio Gigante de Ondas Métricas en la India, encontraron que GPM J1839−10 ha estado pulsando desde 1988.
Pero la fuente recién descubierta tiene un período tan lento que, según los mejores modelos astrofísicos, no debería estar emitiendo ondas de radio. “Está produciéndolas de modo brillante, y lo ha estado haciendo durante más de 30 años, y realmente no entendemos cómo”, explicó la autora principal, Natasha Hurley-Walker, de la Universidad de Curtin, quien lideró un equipo de más de una docena de profesionales. “Descarta nuestra hipótesis anterior de que se trataba de algún tipo de magnetar, porque estas cosas solo deberían persistir por un corto tiempo. Y, sin embargo, ha estado allí durante mucho tiempo”, agregó.
Para la investigadora, una de las características más significativas de esta estrella de neutrones es que, a pesar de que gira sobre su propio eje demasiado lento, emite ondas de alta energía. "Suponiendo que sea un magnetar, no debería ser posible que este objeto produjera ondas de radio. Pero las estamos viendo [...] y no estamos hablando de una pequeña emisión de radio", comentó.
Asimismo, apuntan los autores, el descubrimiento del GPM J1839-10 podría revolucionar las teorías que explican la física de las estrellas de neutrones y plantea nuevos interrogantes sobre la formación y evolución de los magnetares.
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