La sonda espacial OSIRIS-REx de la NASA realizó la última práctica de sus sistemas de aterrizaje para descender sobre el peligroso asteroide Bennu que podría chocar contra la Tierra en un futuro.
Según información del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, la OSIRIS-REx está actualmente viajando a una distancia segura de 40 metros y se acercará próximamente para intentar posarse, en una maniobra compleja y que brindará información importante sobre el asteroide Bennu.
La zona en donde esta sonda espacial intentará aterrizar es en la conocida como Nightingale, en el hemisferio norte de este meteorito, en donde pretende recoger muestras sólidas del objeto para después ser enviadas a la Tierra para su análisis y estudio.
Se espera que esta sonda abandone la órbita del asteroide Bennu en 2021 y regrese a la Tierra en septiembre de 2023 con más de 30 paquetes de muestras para entender la naturaleza de este cuerpo espacial que ha orbitado durante más de dos años.
La razón para estudiar este asteroide es que tiene grandes dimensiones con 500 metros de diámetro y se lo considera de especial peligro, pues se acerca cada seis años a la Tierra de manera peligrosa.
Según las estimaciones de la NASA, si no sufre alteraciones, su colisión con la Tierra sería en 2199.
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