Reconocer los saberes de las mujeres mayores

“Ancestras vino a dar una palabra que hacía falta (porque en el diccionario solo está en masculino, ancestro o ancestrales) para nombrar a las mujeres mayores de otra forma, de una manera positiva, rescatando la construcción histórica de la vejez desde el género”, señala la directora de la Carrera de Especialización en Intervención y Gestión Gerontológica de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), Mónica Navarro.

Destaca que a lo largo del curso de la vida “vamos acumulando experiencias, recomponiendo saberes que vienen de generaciones anteriores y Ancestras es un espacio para poder transferir esos saberes sin que sean atrapados por los prejuicios de la edad y el género”.

El programa, que se desarrolla desde Gestión Gerontológica, la Secretaría de Extensión Universitaria y Bienestar Estudiantil de la UNTREF, comenzó el año pasado con la jornada ‘Ancestras: Saberes, Género y Edad’ en el marco del Día de la Mujer.

En ese encuentro se lanzó el curso de género que se desarrolló en ocho clases, una vez al mes, donde mujeres de todas las edades y distintas trayectorias de vida trataron, entre otros temas, género, patriarcado, feminismo, machismo, sexualidad, desigualdad, identidad, entre otros. Asimismo se trabaja en proyectos de investigación sobre envejecimiento, género y vejeces. La iniciativa se fue extiendo, mediante jornadas, a otras casas de altos estudios. Y para este año se organizan distintas actividades.

“Retroalimentación permanente”

En declaraciones a este diario, Navarro destaca que “el programa creció, hubo una gran participación y nos fue enseñando mucho el impacto que tiene trabajar la vejez femenina con todas las generaciones de mujeres porque hay una retroalimentación permanente”.

“Fue sorprendente, se acercaron mujeres de todas las edades, desde 20 a 92 años, de todos los sectores sociales, con distintas trayectorias de vida. Participan mujeres que salieron de sus casas y se acercaron para ver qué era; mujeres artistas; escritoras; abuelas con sus nietas; madres con sus hijas. Es un espacio muy vincular e intergeneracional”, describe. Y afirma que “las diferencias enriquecen”.

De igual forma explica que “la construcción del dispositivo de Ancestras es muy particular porque fuimos explorando distintas formas de armar lo grupal”.

En cada jornada del curso hay un primer momento, un bloque conceptual, donde académicas militantes feministas comparten sus conocimientos; un segundo momento, un círculo de mujeres, para hablar, contar experiencias, reflexionar; y un cierre con una expresión artística.

Ritual femenino

Navarro destaca que “unimos la idea del círculo de mujeres como un espacio de comunión, de participación, de ritual femenino, con la toma de conciencia respecto del género, el patriarcado, los prejuicios. Nos centramos en repensarnos, hablar del impacto que tienen esos conocimientos (del bloque conceptual) en nuestras vidas, en las de las otras mujeres que conocemos y en nuestras ancentras, y cómo podemos extraer herramientas para poder afrontar los desafíos de ser mujer y mayor”.

“El círculo de mujeres es un espacio muy poderoso donde circula la palabra. Somos nosotras, estamos juntas y nos contenemos. Tenemos la libertad de compartir lo que queramos porque todo queda ahí, es muy movilizante y se producen aprendizajes diversos. No solo se aprende acerca de... (algún concepto) sino también se aprende a afrontar y compartir entre mujeres lo que sentimos, es lo que llamamos el ‘sentipensar’, que es el sentir y el pensar como una sola cosa, como una pedagogía transformadora”, afirma.

En este sentido destaca que “un objetivo que todas vivencian” es la revalorización de los saberes de las mujeres mayores, de las ancestras.

“Nos ven, nos escuchan”

Por su parte, Susana Carreras, de 64 años, participante del curso intergeneracional de género, comenta que las mujeres mayores “estamos disfrutando de ser visibles, nos ven, nos escuchan”.

Comenta que tras jubilarse, se anotó en los cursos UPAMI (Universidad Para Adultos Mayores Integrados) de la UNTREF. Y el año pasado participó de la jornada por el Día de la Mujer, donde se lanzó el programa Ancestras. “Fueron militantes feministas, académicas consagradas y flasheé. Luego hice el curso de género y les agradezco porque tenía ciertos conocimientos pero los profundizamos y hablamos de todo”, destaca.

“Vemos el tema de género y edad y hay mujeres de 18, 23, 55, 92 años, con diferentes historias”, destaca.

Asimismo asegura que “nos entrelazamos para seguir sumando. Estoy muy contenta, es como que estalló algo, un fuego que no se apaga”.

Actividades

Entre las actividades organizadas se encuentran:

• Inauguración del mural “Ancestras, Mujer y Memoria”, el próximo 23 de marzo a las 16, en la sede Villa Lynch de la UNTREF, ubicada en José Marín 2799, Sáenz Peña. El diseño fue armado por las participantes del curso y por los muralistas Mariel y Sebastián Vidal.
• Una jornada, el 29 de marzo, en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de La Plata. Coordina Paula Danel.
• Una jornada, el 11 de abril, en la Universidad Nacional de Santiago del Estero. Coordina José Yuni.
• En abril comienza el curso intergeneracional de género que -en este año- será de dos encuentros mensuales en una de las sedes de Caseros de la UNTREF. También se da inicio a la Especialización en Intervención y Gestión Gerontológica. Para más informes [email protected]

En tanto, el pasado 7 de marzo se realizó la jornada “Ancestras: Saberes de Género y Envejecimiento”, en Ushuaia, organizada por la subsecretaría de Políticas de Género y Adulto Mayor.

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