Hace poco, cerca de 17 millones de visones infectados con una nueva cepa de coronavirus fueron sacrificados en Dinamarca y enterrados en fosas masivas, por orden del gobierno de ese país, como una medida preventiva para evitar la propagación de una nueva variación de la enfermedad que azota al mundo entero. Pero nadie se esperaba lo que iba a pasar después...
Según medios locales, cientos de cadáveres de los animales que habían sido enterrados aparecieron en la superficie, a metros de las fosas, generando impacto y terror en quienes pudieron atestiguarlo.
“Visones-zombi que se levantan de la tumba para cobrar venganza”, tituló la noticia a modo irónico el diario danés Berlingske.
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Pero las autoridades salieron a calmar las aguas y explicaron las razones de este siniestro fenómeno.
"Los gases que se forman durante la descomposición son la causa de que los cuerpos se hinchen un poco y, en los peores casos, sean empujados fuera del suelo", señaló el vocero de la Policía, Thomas Kristensen.
Según adelantó Kristensen, los cuerpos volverán a ser sepultados , esta vez bajo una capa de 2,5 metros de tierra, para evitar que emerjan nuevamente.
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