Centenares de cadáveres de víctimas del coronavirus que habían sido enterrados a escasa profundidad en las orillas del Ganges, en la India, fueron arrastrados por el agua tras la crecida que experimentó el río como consecuencia de las lluvias monzónicas, en el estado de Uttar Pradesh.
"Estos son aquellos cuerpos que fueron enterrados muy cerca del río y que han ido a parar a él con la crecida de los niveles de agua", explicó el alto funcionario municipal Neeraj Kumar Singh. Además, señaló que un equipo de 25 personas trabaja "día y noche" en "este frente".
Durante las últimas tres semanas, en la ciudad de Prayagraj, del estado de Uttar Pradeh, se incineraron 108 cuerpos hallados en el Ganges.
"Son enterrados en las orillas del río por una tradición local", manifestó el portavoz del gobierno estatal, Navneet Sehgal. Además, autoridades locales explicaron que en mayo muchos cuerpos fueron arrojados por las familias directamente a los ríos, probablemente, como forma de alejarlos por temor a contagiarse.
El número de estas tumbas alimenta las sospechas de muchos indios de que el total de muertes causadas por la pandemia, en realidad, es mucho mayor al oficial de casi 400.000 víctimas.
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Los entierros a orillas del Ganges aumentaron en abril y en mayo pasados debido al pico de contagios y decesos por coronavirus en el país, lo que obligó a las autoridades a improvisar innumerable cantidad de piras para las cremaciones, muchas de las cuales fueron instaladas a orillas del río.
”Fue muy triste ver a esta pobre gente enterrar a sus seres queridos de una manera tan indigna, y la subida de las aguas no hace más que empeorar la situación”, dijo el barquero Sonu Chandel, que trabaja en un crematorio a orillas del río.
Y añadió: “Siempre tengo miedo de que un cuerpo golpee mi remo o de que mi bote pase por encima de un cadáver al subir el agua”.
En tanto, los habitantes de otros importantes lugares religiosos del norte de India, situados aguas abajo, temen que la presencia prolongada de cadáveres infecte aún más el río, uno de los más contaminados del mundo.
La policía y los equipos de rescate estatales patrullan en busca de cuerpos en el río. Las autoridades movilizaron dos embarcaciones para esta tarea en las orillas y a veces recurren a los pescadores locales para que presten su ayuda.
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