"Sí, está sobre la mesa", respondió el Sumo Pontífice desde el avión que lo trasladó a Malta.
En Malta, Francisco visitará La Valeta, Rabat, Floriana y la isla de Gozo, donde dará un total de cinco discursos, incluido el de cierre frente a 200 migrantes de todo el mundo residentes en el país.
"Muchas gracias por acompañarme en este viaje, que es rápido, pero que será hermoso", agregó el Papa en declaraciones al grupo de periodistas que viajó con él.
Afectado por dolores de cadera y rodilla, el Papa tuvo que utilizar por primera vez una plataforma elevadora para embarcar en su avión desde Roma.
El pasado 22 de marzo, el presidente ucraniano Zelenski y el Papa Francisco mantuvieron una comunicación telefónica, en la que el Sumo Pontífice le manifestó su preocupación por el conflicto con Rusia.
El mandatario ucraniano aprovechó la oportunidad para invitarlo al país y el Papa respondió que se mantiene "rezando y haciendo todo lo posible para ponerle fin a una guerra" que lleva más de un mes desde el inicio de los bombardeos.
Previo a subirse al avión, el Papa se reunió hoy con algunas familias de refugiados de Ucrania que están siendo ayudadas por la comunidad de Sant'Egidio de Roma, acompañadas también por el cardenal Konrad Krajewski, limosnero del pontífice.