Un grupo de científicos logró recuperar ADN nuclearneandertal a partir del sedimento encontrado en una cueva de Atapuerca, en España.
En la Cueva Mayor del yacimiento de Atapuerca, en Burgos, España, se encuentran los restos que permitieron conocer al detalle cómo eran los hombres y mujeres que poblaron aquella región de Burgos hace miles de años.
La galería menos conocida de esta cueva es la denominada "Galería de las Estatuas", que fue bautizada de ese modo por las grandes estalagmitas que allí se formaron gota a gota hace más de un millón.
Estas formaciones calcáreas que aparecían en las descripciones de antiguas profecías, y que también fueron descritas en las crónicas "Descripción de la Cueva llamada de Atapuerca", de los ingenieros Sampayo y Zuanznavar (1868).
En la era de neandertal la galería se comunicaba con el exterior, pero posteriormente la boca de aquella cavidad quedó sellada, y la cueva se llenó de sedimentos, con lo que los Homo sapiens nunca pudieron acceder a ella.
En ese lugar se formó un suelo estalagmítico conformado por una gruesa plancha de calcita que acabaría sellando para siempre el yacimiento.
Esta cueva vuelve a quedar en el centro de la escena a partir a un nuevo estudio publicado en la revista Science, en la que un equipo de científicos asegura haber obtenido ADN mitocondrial y ADN nuclear de neandertales a partir de los restos de sedimentos de varias antiguos yacimientos, entre los que se incluye la Galería de las Estatuas de la Cueva Mayor.
Debido a su total aislamiento, los sedimentos del yacimiento de la Galería de las Estatuas se mantuvieron constantes sus condiciones de humedad y de temperatura y no sufrieron ninguna alteración por agentes naturales o por intervenciones humanas modernas, lo que convierte a este lugar en un lugar ideal para este tipo de estudios.
El ADN mitocondrial, transmitido por vía materna, se encuentra en las mitocondrias, que son unos orgánulos que producen la energía de la célula.
Es más fácil secuenciar completo el ADN mitocondrial que el ADN nuclear, pues hay muchas mitocondrias en cada una de las células del cuerpo, y porque su longitud es de solo 16.000 pares de bases (las “letras” de la secuencia de ADN).
Fuente: National Geographic.
comentar