Carlos Villagrán, el reconocido actor mexicano que representó a Quico en la aclamada serie El Chavo del 8, fue contratado por la embajada de Estados Unidos en México para enviar un mensaje contra todos los que intentan cruzar la frontera entre ambos países de manera ilegal.
“Hola coates, primero que nada: cállese, cállese, cállese que me desespera. Tengo algo muy importante que decirles, no crucen la frontera con Estados Unidos. Puede estar en peligro tu papá, tu mamá, tu tío, tu abuelo, el gato, el perico, todo mundo”, expresa Quico en el video.
“Mejor cruza legal, anda dí que sí, ¿qué te cuesta? Y si sí lo hacés, (ja ja ja ja) si me simpatizas. ¡Chau!”, completa sobre el final del comunicado. Con el hashtag #CruzaLegal, se fomenta el uso de las #VíasLegales para llegar a suelo estadounidense.
Esta denominación es la que se les da a las personas que ofrecen “facilitar” el cruce ilegal por la frontera entre Estados Unidos y México. Aunque cobran una gran suma de dinero, muchas veces dejan a sus clientes librados a la suerte.
Participando de otro video, Quico tiene un mensaje para estos casos. Aparece jugando con un autito y un camioncito y simula un choque y la llegada de una ambulancia.
Ante ese accidente (que sucede camino a la frontera) dice: "la chusma de los coyotes siempre te dejan tirado". Para recomendar no tener contacto con ellos, apela a otra de sus clásicas muletillas: "¡Lárgate, lárgate, lárgate que me desesperas!", dice Quico para alejar a los "coyotes".
Este otro spot también termina con el mensaje de la embajada de "cruza legal a los Estados Unidos".
Los mensajes emitidos por Quico, los cuales fueron financiados por la embajada de Estados Unidos, no fueron bien recibidos en la población mexicana. Algunos criticaron que ese personaje se haya utilizado para referirse a un tema que provoca un gran sufrimiento -hay familias que se separan- y en muchos casos terminan con la muerte de quienes quieren cruzar ilegalmente.
Otros le critican a Villagrán el tono del mensaje para referirse a un tema tan grave y de difícil solución, dado que en lo que va del año ya fueron detenidas más de 1 millón de personas intentando entrar ilegalmente.
Los "coyotes", por su parte, cobran cifras cercanas a los US$10.000 por un "asesoramiento" completamente ilegal y sin la menor garantía de éxito ni de seguridad para las personas.