Uno de los últimos episodios fue sufrido por el periodista Daniel Gómez Rinaldi. Cada teléfono celular robado se vende a $100.000 en el mercado negro, lo que genera una recaudación cotidiana récord.
El salvaje episodio sufrido por el periodista Daniel Gómez Rinaldi, a quien apuñalaron en el marco de un robo de celular en la zona de Santa Fe y Talcahuano, volvió a poner de relieve el problema de la modalidad delictiva en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano con los robos de estos aparatos. Así, un relevamiento indicó que se registran 10.000 hechos diarios y cada unidad se vende en el mercado negro a unos $100.000, lo que generan una facturación cotidiana de unos $1.000 millones.
Los datos surgieron de un nuevo Reporte sobre Delitos e Inseguridad, desarrollado por la ONG Defendamos Buenos Aires con la asistencia de la Consultora Javier Miglino y Asociados, y que tomó como punto de partida las causas que investiga la justicia Nacional de Instrucción en lo Criminal, con jurisdicción en toda la Ciudad de Buenos Aires, más las causas penales de los tribunales de Lomas de Zamora, Morón, Quilmes, La Matanza, Moreno, San Isidro, San Martín y La Plata y los casos que la gente no denuncia pero ocurren.
"Quedó acreditado que los 'celulares manchados con sangre', obtenidos mediante el robo violento de teléfonos móviles, continúa en el orden de los 10.000 robos diarios. Como cada celular robado deja un promedio de 100.000 pesos, estamos hablando de 1.000.000 millones de pesos cada 24 horas", señaló el relevamiento.
"Hace unas horas, el periodista Daniel Gómez Rinaldi sufrió un asalto en la vía pública al dirigirse a su trabajo en Radio Rivadavia. El periodista se disponía a tomar un colectivo en la zona de Santa Fe y Talcahuano, cuando le robaron el teléfono celular. Decidió perseguir al ladrón y en un forcejeo recibió dos cuchillazos, por lo que tuvo que ser hospitalizado", explicó Javier Miglno, abogado experto en Criminología y Director de Defendamos Buenos Aires.
"El propio Gómez Rinaldi admitió con angustia: ‘Pensaba dónde me iba a pegar el próximo cuchillo. Lo solté y me quedé gritando que llamen a la policía’. Eso da idea de la gravedad de la situación que sufrió el muchacho. Esta situación se repite todos los días del año y a todas horas. La mafia de los ‘celulares manchados con sangre’ no para", agregó.
Miglino advirtió sobre el crecimiento del robo de estos dispositivos en los últimos diez años. "Los valores actuales de un teléfono nuevo, que promedia los 300 mil pesos, han hecho que las bandas criminales se enfoquen por completo en este tipo de robos, relegando el robo de carteras, ruedas de autos y estéreos. Un ‘celular manchado con sangre’, tal como los hemos bautizado ante la inacción policial, judicial y política, es una verdadera mina de oro", comentó el abogado.
Y continuó: "Primero, porque las bandas, una vez robados, los llevan a una cueva para intentar sacar todos los saldos posibles mediante aplicaciones como Mercado Pago y otras. Luego, intentan sacar préstamos a nombre de la víctima y, finalmente, los llevan a otras cuevas donde los venden, se reinician y desbloquean y se venden con una impunidad del 100%, sea en la Avenida Pueyrredón, en Balvanera, en la calle Libertad en Tribunales o en Cabildo y Mendoza en Belgrano", explicó.
"Es vox populi que la gente está tan harta de que le roben el celular en Buenos Aires que ni siquiera hace la denuncia policial. Sin embargo, en el correo de Defendamos Buenos Aires llegan testimonios todo el tiempo", afirmó Miglino.
"Entre todos los testimonios que llegan, dan cuenta por ejemplo de que elementos del temible Tren de Aragua venezolano aporta motos y delincuentes para este tipo de robo violento. También llegan historias de individuos que nos cuentan que en las cuevas de la calle Libertad (Tribunales), de Villa Crespo y de Balvanera ya no aguantan el nivel de violencia de los robos que ellos mismos se encargan de financiar", concluyó.