Los delincuentes les arrebatan celulares, mochilas, zapatillas y billeteras, entre otras cosas. Preocupación entre los padres de los estudiantes del AMBA.
A mediados de mayo, dos alumnos que salían de su colegio en la localidad de Villa Ballester, partido de San Martín, resultaron víctimas de un violento asalto, cuando un grupo de cinco adolescentes los abordaron por la espalda y les robaron todas sus pertenencias. Las imágenes fueron captadas por una cámara de seguridad de la zona, registrando la desesperación de los menores que, si bien en ningún momento se resistieron al robo, terminaron viviendo una pesadilla en carne propia.
Lo cierto es que cada día hay un promedio de 2.400 ataques delictivos sufridos por alumnos y docentes en los alrededores de las escuelas de la Ciudad y el Conurbano.
En un nuevo Reporte sobre Inseguridad, delitos y violencia, desarrollado por la ONG Defendamos Buenos Aires con la asistencia de la Consultora Javier Miglino y Asociados, quedó acreditado que en lo que va del ciclo escolar de 2025, cada día se producen unos 2.400 robos diarios a estudiantes y docentes en el ámbito del AMBA.
"Los padres no salen de su asombro. En la entrada y la salida del Colegio Carlos Pellegrini en Recoleta, lo mismo en el Nacional de Buenos Aires en San Telmo, o en los numerosos colegios públicos y privados de Belgrano y Núñez, llegan bandas de entre tres y ocho delincuentes y les roban a los chicos. Los ladrones buscan primero los teléfonos celulares; los tristemente célebres ‘celulares manchados con sangre’, para luego robar mochilas e incluso zapatillas. Roban, roban y roban y nada ni nadie parece detenerlos", dijo Javier Miglino, abogado experto en Criminología y Director de Defendamos Buenos Aires.
Los hechos suceden también en la Provincia. "En los colegios del centro de Lomas de Zamora, Quilmes, San Justo, San Isidro, San Martín, Morón y Moreno, ocurre lo mismo. Arrebatos con violencia y con uso de armas blancas. Roban en la puerta de los colegios pero también, algo que ocurre igualmente en la Ciudad de Buenos Aires, en la puerta de los locales de fotocopias, librerías, comidas rápidas, donde los chicos suelen ir para comprar algo o para buscar a un compañero o compañera", explicó Miglino.
"Muchos ladrones llegan en bandas de cuatro o cinco y se acercan vendiendo lapiceras o medias. Una vez que notan que los chicos se paran a escucharlos, se juntan todos y les roban. Lo mismo sucede con los ‘afiladores de cuchillos’, una práctica que ya no se utiliza en la Ciudad y el Conurbano desde hace más de 50 años y, sin embargo siguen robando. Llegan con bicicletas y tocando a todo trapo sus flautas, en un descuido de los chicos, les roban y salen disparados", agregó el abogado.
Los chicos están con miedo y algunos ya no quieren ir a clases. "Da lo mismo que sea en Belgrano, Núñez, Recoleta o Lomas de Zamora o San Justo. Los chicos han sido víctimas de robo con cuchillos Tramontina, los mismos elementos letales que mataron a personas como el ingeniero Mariano Barbieri por un tipo que le robó el celular y vivía en la calle; es decir la misma imagen que tienen los chicos de los criminales que los azolan camino a la escuela", sumó Miglino.
Y concluyó: "Lamentablemente, la respuesta policial es desde ínfima hasta inexistente y por ese motivo son muchos los que sólo siguen cursando porque tienen padres que los acompañan a la entrada y los retiran a la salida, pero son muchos los que están pensando en dejar los estudios. Algo que los padres que conversaron con Defendamos Buenos Aires también avalan, porque la vida de los chicos está primero y mientras no se de respuesta a estas verdaderas bandas de bestias sueltas, nadie va a dormir en paz".