El abogado del confeso pero inimputable adolescente autor del crimen de Joaquín Sperani, el chico de 14 años asesinado por un compañero de colegio y de la misma edad, el 29 de mayo último en Laboulaye, provincia de Córdoba solicitó ante la Justicia que el menor de edad sea restituido a sus padres, mientras que los directivos de la escuela a la que concurrían ambos, fueron apartados de sus cargos por disposición del Ministerio de Educación provincial.
El autor del homicidio de Sperani, que por tener solo 14 años es inimputable, permanece alojado en el Centro de Admisión y Diagnostico (CAD), que depende del Complejo Esperanza de la ciudad de Córdoba, pero su representante legal, el abogado Raúl Palacios, manifestó este jueves que solicitó el "cese de la privación de su libertad y que sea restituido a sus progenitores".
El letrado especificó que se fundamentó el planteó a partir de un fallo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), emitido el 25 de setiembre último, que insta a los jueces penales juveniles a que "busquen otras alternativas distintas a la internación" en el Complejo Esperanza para el tratamiento de los casos de los menores que cometen delitos y que por su edad no son punibles.
En tanto, una fuente del Ministerio de Educación le informó a la agencia de noticias "que se apartó al equipo directivo", es decir, al directora y vicedirector, de la escuela Ipem Nº 278 Malvinas Argentinas, a la que asistían víctima y victimario.
Según la fuente, se tomó esa decisión para "profundizar la investigación administrativa que lleva adelante el ministerio, y para garantizar el clima institucional". A su vez, se informó que se puso en funciones "a un director organizador".
Joaquín Sperani desapareció el 29 de junio cuando llegó a la escuela Ipem 278 Malvinas Argentinas, de Laboulaye, dejó la bicicleta en el patio del colegio y se retiró sin ingresar a clases.
Las cámaras se seguridad de la zona analizadas muestran el momento en el que el chico camina por la vereda de la escuela acompañado por su amigo y compañero de colegio que luego confesó la autoría del crimen, según la investigación que lleva adelante el juez Moro.
Los padres de Joaquín se alarmaron al no tener noticias suyas después de clases, y una vez que desde el establecimiento educativo le confirmaron que ese día no había concurrido, inmediatamente radicaron la denuncia y comenzaron con la búsqueda.
El domingo 2 julio, el cuerpo del adolescente fue hallado por vecinos en una vivienda abandonada ubicada a 100 metros del colegio, tras lo cual fue detenido el amigo y compañero de colegio de Joaquín.
En tanto, la autopsia preliminar determinó que el chico tenía múltiples golpes en la cabeza que le ocasionaron politraumatismo de cráneo y daño encefálico que derivó en su muerte, en tanto hasta el momento se desconoce el móvil y, según lo que se conoce de la causa, habría actuado solo y premeditado el hecho.