Caso Pérez Algaba: los detenidos estarán con los asesinos de Fernando Báez Sosa

El juez de Garantías de Lomas de Zamora rechazó la excarcelación de todos ellos y seguirán detenidos: se trata de Maximiliano Ezequiel Pilepich, Nahuel Sebastián Vargas, Luis Alberto Contrera, Flavia Lorena Bomrad, Fernando Gastón Carrizo, Matías Ezequiel Gil y Horacio Mariano Córdoba.

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Los siete imputados fueron trasladados a la Alcaldía N° 3 Roberto Pettinato, en Melchor Romero. Todos ellos estarán en distintos módulos para evitar agresiones, teniendo en cuenta que se acusaron entre sí.

La decisión de que fueran trasladados a La Plata fue del juez de Garantías N° 4 Sebastián Monelos, quien no hizo lugar al pedido de excarcelación de la defensa de A los detenidos se los imputó como coautores del delito de “homicidio triplemente agravado por ser cometido con alevosía, por codicia y por ser cometido por el concurso premeditado de varias personas, ello con el uso de arma de fuego en con curso real con falso testimonio”.

Por su parte, el juez Monelos le dio la libertad a Gladys Cristaldo, acusada del “encubrimiento agravado por tratarse el hecho anterior de un delito especialmente grave” luego de ser detenida en la misma vivienda donde se ocultó Pilelich, uno de los principales sospechosos de asesinar a Fernando “Lechuga” Pérez Algaba.

Las letradas fundaron su pedido para resguardar “la integridad física y piscológica”, ya que “su declaración versa en contra los demás imputados en la causa”, y que “trabajó 16 años en la Policía Federal Argentina (PFA)”.

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La víctima, Fernando Pérez Algaba, junto a la Mercedes-Benz Clase G que resultó ser clave en la investigación. Archivo.

Acusaciones cruzadas

Nahuel Vargas, uno de los principales sospechosos y el último detenido por el crimen de Fernando Pérez Algaba, cuyos restos fueron hallados dentro de una valija en Ingeniero Budge, acusó hoy ante la Justicia a Maximiliano Pilepich de haber sido el autor del crimen del empresario y señaló a otro de los imputados como la persona que descuartizó el cadáver.

En su indagatoria ante el fiscal Marcelo Domínguez, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Lomas de Zamora, Vargas (43) admitió que "Lechuga" Pérez Algaba recibió dos balazos por la espalda mientras cambiaba unas "lamparitas" en una de las oficinas que habían sido montadas en el establecimiento inmobiliario "Renacer", de General Rodríguez, y que esa construcción fue demolida tras el crimen para "tapar" el hecho.

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Además, afirmó que, tras el crimen, el autor de los disparos le dijo: "Ya está, no aguantaba más, hay límites", en referencia a las exigencias de una deuda por parte de Pérez Algaba.

Fuentes judiciales aseguraron a que el exsocio y amigo del empresario asesinado quedó acusado, al igual que los otros ocho imputados y detenidos por el caso, del delito de "homicidio cuádruplemente agravado por el uso de arma, alevosía, codicia y el concurso premeditado de dos o más personas", el cual prevé la pena de prisión perpetua.

Pérez Algaba fue visto por última vez la tarde del 18 de julio cuando a bordo de una camioneta Range Rover blanca que le había prestado Pilepich se dirigió junto a Vargas al predio "Renacer" a cobrar esa deuda.

La desaparición del "Lechuga" fue denunciada al día siguiente por la dueña de un departamento que la víctima había alquilado de manera temporal en el partido de Ituzaingó, quien, al no tener noticias suyas, se presentó en una comisaría para radicar un pedido de averiguación de paradero.

Sus restos descuartizados fueron encontrados entre el 22 y el 24 de julio en un arroyo en Ingeniero Budge.

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Los restos de Pérez Algaba aparecieron dentro de un bolso flotando en el Riachuelo, en Ingeniero Budge. Archivo.