Así lo indicó un relevamiento llevado a cabo en las primeras semanas de este año. Todos los detalles sobre el último caso ocurrido en Ituzaingó.
Una familia que festejaba los 37 años de casados de un matrimonio de jubilados sufrió un asalto bajo la modalidad entradera en una casa de de Ituzaingó, por parte de una banda de encapuchados que golpeó a una de las cinco víctimas, robó celulares y dinero, pero huyó cuando uno de los asistentes logró escapar por los techos a la vivienda lindera y activar la alarma vecinal. El caso no es aislado, ya que cada jornada se registran 49 episodios de entraderas salvajes en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
El dato surge surge de un relevamiento realizado en las primeras semanas de 2024 en la zona del AMBA por la organización Defendamos Buenos Aires, con la coordinación del abogado Javier Miglino.
El hecho ocurrió alrededor de la 1 de la madrugada del último jueves en la calle Posta de Pardo al 1400, a unas 15 cuadras de la estación de Ituzaingó del lado norte. Según fuentes de la investigación, se trató de un robo “al voleo” en el que los delincuentes estuvieron poco tiempo con las víctimas y se llevaron algo de dinero y unas pertenencias.
El robo se inició cuando la familia se estaba despidiendo en la puerta de la propiedad, tras festejar el aniversario de casados de una pareja de jubilados de 61 y 63 años. “Todo empezó cuando salimos a despedir a la pareja de mi cuñado. En ese momento paró un auto blanco con balizas encendidas y se bajaron cinco tipos armados”, contó Emanuel, una de las víctimas que sufrió el ataque más violento de los delincuentes.
El momento de la entradera quedó registrado en un video grabado por una cámara de seguridad, que ahora es una de las piezas clave de la investigación. En la imagen se puede observar cómo el grupo de asaltantes llegó en un auto blanco y sorprendió a dos integrantes de la familia cuando cerraban el portón de entrada de la vivienda.
De los cinco delincuentes, uno quedó en el auto de chofer y los otros cuatro, armados y encapuchados, bajaron del vehículo, irrumpieron a la propiedad y redujeron a casi todos los miembros de la familia.
Al ingresar, la banda actuó con violencia y a Emanuel, de 36 años, lo hirieron al aplicarle un golpe con la culata de un arma de fuego en la cara. “Yo me voy para adentro y quiero cerrar la puerta, pero el primero de los delincuentes me lo impide y me pega un culatazo en la cabeza. Yo me caigo sobre el primer escalón, me golpeo en las costillas y ahí me empieza a pedir plata”, explicó.
La clave de que el asalto no se prolongara fue que al momento de la irrupción de los delincuentes, una de las hijas de la pareja de jubilados ya estaba en la planta alta de la casa a punto de irse a dormir y fue quien, luego de esconderse un rato en la terraza, logró escapar por los techos a la casa de un vecino. Se trata de Cecilia, esposa de Emanuel, quien contó cómo se inició todo, qué hizo ella y cuál fue el desenlace: “Nos habíamos reunidos para festejar los 37 años de casados de mis papás que habían organizado una cena. Todo fue festejo, pero a la hora de la despedida se transformó en un espanto”.
“En este domicilio hay dos casas. Mi papá y mi mamá viven abajo y mi pareja y yo vivimos en la planta alta. Mis papás hicieron una cena para festejar el aniversario de casados y, estábamos todos invitados a cenar. Mi hermano llegó un poco más tarde en su auto y mi cuñada también lo hizo en el suyo”, agregó en su relato la mujer, de 40 años.
“Era la madrugada cuando mi pareja y mi papá salen para cerrar el portón porque se había terminado la reunión. Yo ya había subido a mi casa, arriba, para acostarme porque al otro día tenía ir a trabajar temprano, pero me asomo por la ventana y cuando ellos estaban intentando cerrar la puerta, veo a encapuchado. Lo primero que hice es apagar las luces de la pieza y dije ‘la p... madre’”, manifestó.
Cecilia contó que se puso a buscar el control remoto de la alarma vecinal para alertar sobre el robo, pero no lo encontró. “No encontré el control y me fui a la terraza y desde ahí intenté llamar al 911 y a mi tío. En eso, escuché que subían por la escalera y me fui al techo que da a la galería. Veo que entran a mi pieza y ahí me tiré a la casa de mi vecino para pedir ayuda y pudimos activar la alarma”, explicó la mujer.