La sentencia contra Rafael Moreno también estableció una inhabilitación de 10 años para la tenencia o portación de armas de fuego.
Rafael Horacio Moreno, de 75 años, el expolicía que mató de un disparo al colectivero Sergio David Díaz (40) durante los festejos de Navidad del año pasado, fue condenado a 8 años y medio de prisión de cumplimiento efectivo.
La sentencia fue dictada por la jueza Lucila Pacheco, a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de La Matanza, quien también dispuso la inhabilitación especial para poseer o portar armas de fuego. Asimismo, fue rechazado el pedido del abogado defensor, Fernando Otero, quien representó a Javier Milei en otros casos, para que Moreno pudiera cumplir la condena en su domicilio.
La familia de Díaz manifestó su disconformidad con el fallo. El malestar está centrado en la calificación del delito, ya que la querella había solicitado una condena por homicidio agravado por el uso de arma de fuego, lo que prevé penas más altas. Sin embargo, el jurado popular consideró que se trató de homicidio culposo (sin intención de matar) y portación ilegal de arma de fuego.
“No estoy conforme con la condena que dio la jueza, a pesar de que está preso. Lo quieren sacar porque es viejo, pero para agarrar el arma, cruzar y matar a mi hijo no era viejo. Solo quería que se quede con una condena de 10 o 13 años y que esté preso hasta que Dios lo llame de este mundo, y no tuve esa condena de la Justicia”, expresó Cristina, la madre de Díaz.
El asesinato del colectivero ocurrió sobre la calle Acevedo al 4100, en Lomas del Mirador, mientras Díaz festejaba con familiares y amigos la que sería su última Navidad. Cerca de las 6 de la mañana, Moreno cruzó la calle para exigir que bajaran el volumen de la música, lanzando amenazas como: “La cosa va a terminar mal”.
David y su pareja se acercaron para hablar, pero el expolicía continuó increpándolos. La situación escaló y, en medio del conflicto, Díaz avanzó sobre Moreno. Tras recibir varios golpes, el expolicía disparó al menos una vez, hiriéndolo en el abdomen.
Familiares y amigos llamaron de inmediato a la policía y al servicio de emergencias, mientras que Moreno regresó a su vivienda. Allí permaneció hasta que, tras la búsqueda policial, decidió entregarse junto con el revólver utilizado en el hecho.
comentar