Mensaje de la mujer habría desatado furia del masacrador

En tanto, el imputado Diego Alberto Loscalzo, tal como se preveía, se negó a declarar ayer al ser indagado por la fiscal Paula Hondeville, aunque en la entrevista previa con un médico legista dijo que no recordaba el hecho y refirió que fue abusado sexualmente cuando tenía 12 años y que es portador de VIH. En la audiencia, el acusado estuvo asistido por el defensor oficial Fernando Rivero y seguirá preso mientras se resuelve su situación procesal.

‘Se le hicieron saber cuáles son los hechos que se le imputan y las pruebas que hay en su contra’, dijo Hondeville y agregó que lo acusó por el ‘homicidio agravado’ por la relación de pareja previa con Romina Maguna, los homicidios agravados ‘por el uso de arma’ de Vanesa Gisella Maguna, Juana Paiva, José Eduardo Maguna y Darío Daniel Díaz y las tentativas de homicidios agravados ‘por el uso de arma’ de Mónica Beatriz Lloret, su hija y Cinthia López Gotta.

Todavía no resolvió la situación respecto de Mateo, el bebé de nueve meses de gestación de Lloret, quien recibió un balazo en el abdomen que impactó en el niño en fecha para nacer, y le provocó la muerte.

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En tanto, los investigadores se entrevistaron con nuevos testigos que se refirieron al posible móvil de la masacre.’En la causa ya hay algunos testimonios de algunos tíos del nene de once años que salvó su vida, porque le rogó al asesino, que declararon que el chico contó que Loscalzo comenzó a increpar a su mujer por ese mensaje de Facebook en el que recordaba a su padre’, se indicó.

‘Cuántas sensaciones encontradas en ese momento. Sentí que se paraba el tiempo, que me faltaba el aire. Sólo cerré mis ojos y soñé por un momento que todo era mentira, que nada era verdad. Por un segundo sentí estar en tus brazos, escuché decirte ‘Lechona, todo va estar bien’’, dice el mensaje, publicado a las 18.46 del domingo pasado, horas antes de la masacre, en el muro de la red social de la víctima que en Facebook figuraba como ‘Pitu Maguna’. ‘Esas brisas que corrían eran tus caricias que me estremecían el alma, mi amor... Pero al abrir mis ojos sólo volví a la realidad, que sólo tenía los más hermosos recuerdos vividos, tan sólo el amor eterno que nos dimos y dos soles hermosos que iluminan mi vida, como vos lo hacías mi ‘piojo’. Te amo y eso nunca va a cambiar. Siempre vas a vivir en mí’, indica el resto del mensaje.

No sólo Romina Maguna publicó este texto recordatorio del décimo aniversario de la muerte de su ex, sino que tanto su hermana Vanesa como la madre de ambas, Juan Paiva, realizaron comentarios cariñosos dedicados al fallecido. Sobre este hombre, se estableció que se apodaba ‘El Piojo’ y que fue asesinado de un tiro en la cabeza en la esquina de la casa donde ocurrió la primera parte de la masacre.

El sepelio de Mateo, el bebé que no llegó a nacer, está postergado a pedido de su madre, que sigue internada.

Por otro lado, se supo que durante el traslado desde Córdoba a Merlo, Loscalzo dijo a los efectivos que la pistola Bersa Thunder Pro calibre 9 milímetros provista a Romina Maguna (quien prestaba servicios en el Comando de Patrullas de San Isidro), la debe haber extraviado en alguna de las dos caídas en moto que tuvo por los nervios cuando huyó desde Hurlingham al barrio Inta de Villa Lugano, donde se crió y aún reside su madre.

Mientras que Cinthia López Gotta, la amiga de Romina que permanece internada en el Hospital Posadas de Haedo, contó que el ataque comenzó después de la cena en la casa de las Maguna y que cuando recibió el primer balazo se hizo la muerta para evitar que Loscalzo le siguiera disparando.

La Masacre de Hurlingham fue cometida durante la noche del domingo último, cuando las hermanas Maguna y Díaz fueron asesinadas a balazos en la casa situada en Cañuelas 2403 de William Morris, donde también resultó herida López Gotta.

Loscalzo negó tener hábitos tóxicos ilegales y antecedentes neuropsiquiátricos, tanto a nivel familiar como personal.

Minutos después, el asesino se trasladó hasta la esquina de Schubert y Beethoven, en la vecina localidad de Villa Tesei, también en Hurlingham, donde mató a tiros a Paiva y José Maguna, e hirió a Lloret y a la hija de ésta, quienes iban a bordo de un Renault 19.