Preventiva para el acusado de asesinar a un modelo

No obstante, se le dictó la prisión preventiva y para el próximo martes se espera que en una audiencia ante la Cámara del Crimen se defina la situación procesal, ya que el defensor oficial del acusado presentó una apelación ante la medida adoptada que apunta a que siga detenido hasta la sustanciación del juicio.

Edgar Romero Ruiz Díaz fue localizado el pasado 3 de agosto por efectivos de una brigada especial de la Policía Federal, en la ciudad paraguaya de San Lorenzo, donde se presume que permaneció refugiado durante todo el tiempo en el que supuestamente fue buscado.

Luego de tramitarse su extradición, a principios de este mes en un operativo especial fue traído a Buenos Aires y llevado ante el Juzgado Nacional de Menores Nro. 5, cargo de Alejandro Francisco Cilleruelo, debido a que cuando ocurrió aquel episodio en que asesinaron a Diego Rodríguez, tenía solo 17 años.

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Según trascendió, se abstuvo de prestar declaración, en la causa en que se encuentra imputado por el delito de “homicidio criminis causa”, seguidamente, el defensor de Romero Ruiz Díaz apeló la prisión preventiva que se le dictó y este martes, a las 10.30, se celebrará una audiencia ante la Sala V de la Cámara del Crimen porteña, donde los magistrados Ricardo Pinto y Rodolfo Pociello Argerich, adoptarán la decisión, que apuntaría a desestimar la solicitud del acusado y que continúe privado de su libertad hasta que se fije la fecha del juicio.

A pesar del tiempo transcurrido y los múltiples contratiempos en la causa, Matilde Sarubbi, madre de la víctima, nunca bajo los brazos en su lucha por llegar hasta las últimas consecuencias.

“Han sido años de mucho dolor, pero nunca dejamos de creer que algún día iban a encontrar al que fue el asesino de mi hijo. Siempre estuve acompañada por nuestro abogado Mariano Facciuto y hemos contado con el respaldo de mucha gente, como la buena predisposición de la titular de la Secretaría 13 del Juzgado de Menores Nro. 5, Amalia Fontinovo. A partir de su captura y que lo trajeron al país sentimos que hemos avanzado hacia ese día en que se haga justicia”, afirmó la mujer, en diálogo con DIARIO POPULAR.

El imputado, en la actualidad de 24 años y al que apodan “Blanquito”, pudo ser detenido por agentes de Interpol Argentina, con la colaboración de sus pares paraguayos, luego de la obtención de un dato que daba cuenta de su paradero, que habría sido el mismo desde que escapó de Argentina cuando era buscado por el homicidio de Diego Rodríguez.

Tuvieron que pasar casi siete años para lograr su aprehensión en su ciudad natal de San Lorenzo, durante un procedimiento que se concretó en el marco del programa que desarrolla el Comando Unificado Federal de Recaptura de Evadidos.

“No declaró, le dictaron la prisión preventiva y ahora solo esperamos que lo dejen preso hasta que se haga el juicio, en el que con las pruebas que existen en la causa tendrá que ser condenado”, sostuvo Matilde Sarubbi, quien recordó que por el crimen de su hijo ya hubo dos procesos, en el primero de ellos un hombre resultó absuelto y en el otro, hubo una sentencia, aunque por el delito de “encubrimiento”. El crimen de Diego Rodríguez, por entonces modelo de la marca Dufour, se registró en horas de la noche del 3 de octubre de 2010, cuando varios sujetos intentaron robarle su camioneta Ford EcoSport cuando se encontraba estacionado en el pasaje El Chacho al 600 del barrio Las Casitas de Liniers, esperando a su novia. Los asaltantes le dispararon en la cabeza y luego escaparon en un Fiat Palio en el que se movilizaban y si bien el joven fue trasladado al hospital Santojanni, donde fue operado en dos oportunidades, pero falleció luego de más de un día de agonía.

Tras una investigación, con muchas idas y vueltas, se detuvo a un sospechoso, Juan Pablo Peralta, pero que dos años más tarde, resultó absuelto, debido a que se comprobó que era inocente, mientras que en 2014, en otro debate, Diego Galloso fue condenado por “encubrimiento” del homicidio del joven, ya que encontraron en su poder el arma con la que se cometió el crimen y al unificarle otra pena, recibió seis años y ocho meses de prisión.