La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo cuestionó al Presidente por exhibir un cartel con la frase “Kirchnerismo Nunca Más” en la antesala de las elecciones bonaerenses. Denunció una “ofensa permanente”.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, expresó su repudio al uso político-electoral que el presidente Javier Milei hizo de la consigna “Nunca Más”, frase histórica en el rechazo a la última dictadura cívico-militar y símbolo de la lucha por los derechos humanos en la Argentina.
El jueves, Milei posó para una fotografía junto a dirigentes de su espacio y candidatos a legisladores en la provincia de Buenos Aires, en la que se exhibía un cartel con la leyenda “Kirchnerismo Nunca Más”. La pieza replicaba la tipografía tradicional del histórico “Nunca Más”, vinculado a las denuncias por crímenes de lesa humanidad, para que no quedaran dudas de la alusión.
“Se ve que no tienen cerebro, por eso tienen que copiar y sobre todo ofender”, señaló Carlotto en diálogo con radio Splendid. Calificó la actitud como “ofensiva” y “maligna” y remarcó que “esto va más allá de lo que se puede permitir, es la ofensa permanente”.
La dirigente advirtió que este tipo de acciones no deben tolerarse y denunció que “el método es dejarnos cada vez más desprotegidos, abandonar a la gente, al pueblo”. Según su análisis, el Ejecutivo “no tiene moral” y “si pudiera, haría mucho más todavía”.
“Estamos pasando un momento único, porque nunca con los gobiernos enemigos, los malos gobiernos, ha habido esta situación de muerte, intolerancia y de maldad”, afirmó.
Desde su llegada a la Casa Rosada, en diciembre de 2023, Milei se ha enfrentado de manera directa con los organismos de derechos humanos: negó la cifra de 30.000 desaparecidos, redujo el financiamiento y despidió personal de las áreas estatales encargadas de investigar y asistir en la búsqueda de víctimas de la dictadura.
La polémica estalló a menos de un mes de las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, previstas para el 7 de septiembre, y reabrió el debate sobre los límites éticos en el uso de símbolos de la memoria colectiva con fines partidarios.