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Una multitud se congregó bajo la lluvia para escuchar a la vicepresidenta en un acto que dejó varias perlitas, el color de siempre y la duda en el plano electoral.
A pesar de la lluvia, miles de personas se congregaron en la Plaza de Mayo conmemorar los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner y con la incógnita sobre el futuro político de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La exmandataria salió al escenario antes de lo previsto junto al ministro de Economía Sergio Massa, el ministro del Interior Wado de Pedro, su hijo Máximo Kirchner, el gobernador bonaerense Axel Kicillof y otros dirigente clave del Frente de Todos. En el acto no estuvo el presidente Alberto Fernández, quien tras el Tedeum viajó a Chapadmalal.
El discurso de Cristina tuvo un matiz similar al de sus últimas apariciones públicas y los nostálgicos descubrieron una frase que los hizo recordar a Raúl Alfonsín cuando pidió un médico para una persona que se había descompensado: "Un médico, por favor, un médico".
En coincidencia con la fecha patria, Cristina salió a escena combinando un atuendo blanco con chaleco celeste y generosa escarapela. Mientras que otros dirigente sufrieron el efecto de la lluvia en su vestimenta.
Precavido, Máximo lució una campera impermeable de Racing, el club de sus amores. Massa sacó del ropero un piloto y Kicillof llegó pasado por agua con campera de tela, luego de atender a la prensa en medio de un chaparrón.
Sólo los chicos
Una de las perlas de la tarde fue la presencia de unos niños mezclados entre dirigentes de alto rango. Detrás de Cristina Kirchner se ubicaron dos de sus nietos, Néstor Iván, de 9 años, y Emilia, de 6, los dos hijos del diputado nacional Máximo Kirchner. Junto a ellos, su madre -y expareja de Máximo-, la dirigente santacruceña Rocío García, y su actual esposa, Jessica Montiel.
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La otra nieta de Cristina Kirchner, Helena, hija de Florencia Kirchner y Camilo Vaca Narvaja, no estuvo presente en Plaza de Mayo. A Cristina le obsequiaron al final del acto un muñeco de paño de Néstor y luego de agradecerlo, la vicepresidenta le cedió el regalo a su nieto mayor.
En su recorrida por el amplio escenario, la exmandataria le dio la mano a varios y besos a algunos, entre los cuales se destacó el actor Pablo Echarri, confeso simpatizante de su espacio político.
Todavía cantamos
Como era de prever, se escucharon los habituales cánticos de la militancia que se congregó en la tarde otoñal de la Ciudad de Buenos Aires.
“Cristina presidenta, Cristina presidenta”, volvió a entonarse una y otra vez a pesar de la pública negativa de la actual vice a postularse en las elecciones de este año.
“Una más y no jodemos más, una más...", también insistiendo con la candidatura de Cristina, sonó con fuerza en la Plaza de Mayo cada vez que la oradora hacía una pausa en su discurso, en el cual repasó lo hecho en su mandato y en el de su marido.
“Cristina, Cristina, Cristina corazón, acá tenés a los pibes para la revolución”, también fue cantada con fuerza por los “pibes” de La Cámpora y otros que ya no lo son tanto.
“Néstor no se murió, Néstor vive en el pueblo…”, fue uno de los cantos de la tarde en recuerdo al fallecido presidente Néstor Kirchner, algo que hizo emocionar a la única oradora del acto.
Gorro, bandera y vincha
Mientras los vendedores de pilotos y paraguas se hicieron el día, la multitud que colmó la Plaza de Mayo llegó con banderas, gorros, vinchas y remeras alusivas al acto.
Además, muchos no se olvidaron de la celebración patria y lucieron su correspondiente escarapela celeste y blanca.
También se vieron desde todos los planos los estandartes de La Campora, de algunos gremios afines al kirchnerismo y con los nombres de dirigentes políticos y de intendentes del Conurbano.
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Entre la multitud también se divisaron enormes figuras de Cristina y de Néstor Kirchner, y hasta la ilustración de un pingüino, el apodo que se puso a sí mismo el expresidente.
Otro clásico de los actos multitudinarios fue la presencia de puestos de choripanes y hamburguesas, se vendieron por doquier en especial entre los que estaban en las inmediaciones de la Plaza de Mayo desde muy temprano.
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