El drama de los inquilinos: subas récord, precios en dólares y oferta escasa

Si la actualización anual significó un duro golpe para los inquilinos en julio, el impactó será aún más fuerte durante agosto. Se debe a que el aumento alcanzará el 110%, el máximo registrado desde que la rige la Ley de Alquileres. Esta cifra es determinada por el Índice de Contratos de Locación (ICL) publicado por el Banco Central, que contempla la variación del dato inflacionario medido por el Indec y los salarios, de acuerdo con la remuneración promedio de los trabajadores estables (Ripte).

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De este modo, quienes hayan firmado su vínculo en agosto de 2022 y vienen pagando $50.000 mensuales por un departamento, pasarán a abonar cerca de $105.000, mientras que en aquellas propiedades donde el alquiler cuesta $80.000, la cifra trepará a $168.000. ¿Cuáles son los efectos colaterales de este salto? "En muchos casos, hay personas rescinden los contratos y se van a otros inmuebles. O incluso, tienen que volver a una vivienda familiar, porque no pueden hacer frente a los incrementos que superan el 100%", explica Ricardo Botana, presidente de la Unión Argentina de Inquilinos (UAI), en diálogo con Popular.

"Tenemos consultas a diario de todo el país, porque no pueden creer que el ICL haya llegado a ese porcentaje de aumento. Y hay otra situación: a veces, los dueños de las propiedades o las inmobiliarias les piden que hagan un esfuerzo y paguen un poco más. Les dicen que las subas son bajas si las comparan con la inflación interanual", advierte Botana.

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La actualización anual de los alquileres tendrá un aumento del 110% durante agosto.

Un relevamiento realizado por el CELS y la Escuela Idaes de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), entre otras instituciones, le puso números a la realidad compleja que viven los inquilinos en la ciudad de Buenos Aires y el Conurbano. Del informe surge que el 63% de los hogares admite estar endeudado con familiares o particulares, y la mayor parte de esa deuda es utilizada para pagar el alquiler de la vivienda donde habitan. Además, crece la incidencia del alquiler en relación a los ingresos.

"Hay un 6% más de inquilinos empleados que en el año 2021, pero lo que ganan alcanza cada vez para menos. A pesar de trabajar más, destinan una porción cada vez más alta de sus ingresos a pagar el alquiler. En 2021, el 24% de los hogares desembolsaba más de la mitad de sus ingresos, pero en 2022 esa proporción de hogares aumentó al 32%", detalla el relevamiento publicado en abril pasado.

Florencia Labiano, becaria del Conicet, participó del informe y aporta más detalles a Popular. "En general, los inquilinos piden dinero a familiares o particulares en el momento del cambio de vivienda. Es decir, en el final de un contrato y antes de ingresar a otra propiedad", señala. Y en la tarea de abonar el alquiler y estar al día, agrega la licenciada en Sociología, "las familias se atrasan en el pago de las cuotas, los servicios o las tarjetas de crédito".

Alquileres: baja la oferta y crecen los precios en dólares

Los inconvenientes de los inquilinos no se terminan ahí. Cada vez se les hace más difícil encontrar una vivienda para alquilar en los principales centros urbanos del país. En la ciudad de Buenos Aires, la caída de oferta en los últimos dos años es del 44%. "Es un mínimo histórico y podría profundizarse en los próximos meses", asegura Marta Liotto, titular del Colegio Profesional Inmobiliario, ante la consulta de Popular.

A eso se suma que la cantidad de propiedades en alquiler ofertadas en dólares llegó a un nivel histórico y equivale al 60% del total en la Ciudad, según datos difundidos días atrás por Zonaprop. La lista de los barrios con alquileres más caros en moneda estadounidense es liderada por Puerto Madero, seguido por San Telmo, Palermo y Monserrat. Después se encuentran Núñez, Belgrano y Colegiales. Y los precios más económicos en moneda estadounidense aparecen en Flores, San Cristóbal y Constitución.

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Actualmente, el alquiler promedio de un monoambiente se encuentra en $120.000, mientras que las unidades de dos ambientes se ubican en $150.000 y las de tres, en $200.000.

En ese contexto, el próximo 23 de agosto se realizará una sesión en la Cámara de Diputados, con el objetivo de debatir una reforma de la Ley de Alquileres. Botana asegura tener en claro los cambios que necesitan los inquilinos. "Me enfocaría en cambios al ICL. Uno firma un contrato y no sabe lo que va a pagar", expresa el titular de la UAI.

Y concluye: "Si bien los aumentos son el año, de un día para el otro tener un 110% de incremento hace mucho daño al inquilino asalariado. La fórmula no viene resultando, más allá de algunos derechos y herramientas que trajo la ley".