El peronismo sin unidad y cada vez más tenso en el Senado

"No estamos desunidos, es una cuestión organizativa. Estamos unidos y la unión la demostramos trabajando para el mismo proyecto político", señaló Caserio al referirse a la situación del peronismo en el Senado, donde todavía no se definió si habrá un solo bloque, un interbloque o si se mantendrán separados.

Al respecto, el senador nacional por Córdoba agregó que "somos dos bloques: uno tiene una referencia basada en los gobernadores y fuerzas territoriales, y también en Alberto, y hay otro, que es el de Unidad Ciudadana que responde exclusivamente al mandato de Cristina".

"Yo tengo un profundo respeto por Cristina, pero nunca trabajé con ella. Así pasa con muchos de los senadores que están acá", señaló Caserio en declaraciones a El Destape, y añadió: "No somos dirigentes que hemos trabajado bajo la tutela de Cristina, venimos de las provincias y la jefatura está expresada en los gobernadores".

Si bien insistió en que "no hay desunión", señaló: "Somos dirigentes y siempre hay una diferencia entre dirigente y empleado. Si yo fuese una persona que sólo acata órdenes, no hubiese aceptado trabajar con Alberto Fernández".

Los dichos de Caserio sacan a la luz la tensión que desde hace días hay en el Senado, donde el sector que responde a los gobernadores se resiste a que la conducción de la futura bancada oficialista quede en manos de la vicepresidenta electa, a través de un o una representante de ella.

En paralelo, el senador nacional por Tucumán José Alperovich anunció ayer martes que, junto a su comprovinciana Beatriz Mirkin, quienes se alejaron del bloque Justicialista molestos con Miguel Pichetto (que conducía esa bancada antes de pasarse a Juntos por el Cambio) se sumarán al bloque de Unidad Ciudadana.

"Tenemos que estar todos juntos, lo que viene no va a ser fácil", indicó Alperovich, al tiempo que lanzó un fuerte mensaje a sus colegas del bloque que encabeza Caserio: "Cristina es la que ganó y a ella entonces le corresponde poner a las autoridades. No hay que pelearse por los cargos, hay que estar todos juntos".

La incógnita en el Senado es si el futuro oficialismo tendrá un único bloque, un interbloque donde se mantengan las dos identidades políticas separadas pero bajo una misma presidencia, o si directamente continuará la autonomía entre ambas bancadas.

En el caso de que se dé forma a un interbloque, los justicialistas impulsan a Caserio para encabezarlo mientras que el kirchnerismo propone a la mendocina Anabel Fernández Sagasti.