¿Para los argentinos cualquier momento es bueno para discutir sobre política? Un sondeo de las consultoras Trespuntozero y Taquión demuestra que una amplia mayoría de los encuestados admitió haber entablado debates sobre temas de la coyuntura política con amigos, familiares o conocidos durante los últimos 12 meses.
La investigación, realizada sobre 1069 casos efectivos de mayores de 16 años, apuntó a analizar y comprender por qué la relación de los argentinos con el sistema de representación democrática ha tenido sus altibajos.
Esta serie de estudios comenzados por las mencionadas consultoras intentan arrojar luz sobre un nuevo escenario dominado por la velocidad, en que matrices ideológicas, cultura política y sentimientos se reconfiguran.
“La política está en la mesa de los argentinos porque es una sociedad en extremo politizada. Esto no pasa en el resto del mundo ”, dice a POPULAR Shila Vilker, directora de Trespuntozero. “En relación con la grieta, estas son expresiones de rasgos ideológicos”, agrega.
Vilker aclara que este es un informe netamente cuantitativo. Sin embargo, da su opinión sobre el porqué de los resultados: “Es muy común escuchar ´borré gente de Facebook´ y esto sucede por la incapacidad de aceptar las diferencias, lo distinto”.
Casi siete de cada 10 personas se consideran "Muy democráticos" o "Bastante Democráticos", mientras que dos de cada 10 consideran que son "Poco o Nada democráticos". Es importante señalar que a medida que avanza el nivel de estudio de los encuestados, aumenta el nivel de adhesión al sistema democrático, dejando en evidencia la falta de soluciones y respuesta que ha significado el sistema para las clases más bajas.
Las palabras no se sostienen con hechos. “Los encuestados de la franja de 30 a 49 años son los que se ven más democráticos, sin embargo no suelen demostralo con sus actos. Mientras que que los más jóvenes, de 16 a 29 años, son mucho más democráticos en los hechos, aunque no se reconocen como tales”, dice Vilker.
En base a esta encuesta, las consultoras se animan a confirmar algunos mitos respecto a lo que la política y la grieta han causado en las relaciones interpersonales. La conflictividad entre familiares, conocidos y amigos, por asuntos de política, es alta: siete de cada 10 encuestados dicen haber discutido con familiares, amigos o conocidos por temas de política en los últimos 12 meses.
Sin embargo, solo 2 de cada 10 encuestados dicen haberse dejado de ver con familiares, amigos o conocidos por temas de política y 1 de cada 10 dice haber llegado a peleas físicas por ello. Se destacan aquí las mujeres de bajo nivel socioeconómico, quienes se han enfrentado en forma física, por temas relacionados a la política.
Seis de cada 10 encuestados piensan que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno, mientras que tres de cada 10 dicen estar en desacuerdo con esa idea. Si bien es una minoría, parece una cantidad muy grande: 30% de los encuestados no conciben a la democracia como la mejor forma de gobierno.
Para 5 de cada 10 argentinos la principal tarea de la democracia debería ser garantizar la igualdad de oportunidades y la justicia social. Le sigue, en segundo lugar, “luchar contra la corrupción” para tres de cada 10, representando los dos grandes problemas a los que se enfrenta la sociedad.
La igualdad ante la ley y las elecciones limpias fueron las más seleccionadas como características más importantes de la democracia (tres de cada 10, ambas). Más atrás aparecen la libertad de expresión (dos de cada 10) y el derecho a la protesta (una de cada 10).
”Cada uno se siente el centro del universo y esto genera la imposibilidad de llegar a consensos”, dice Vilker. “Las personas que piensan ideológicamente distinto se pelean en los focus”, comenta la consultora y agrega que, por esta razón “hay que segmentar por ideología para evitar conflictos”.
En cuanto a los presidentes más democráticos que tuvo el país, es notable el bajo nivel de consenso que existe entre los encuestados. Si bien Néstor Kirchner y Raúl Alfonsín están cabeza a cabeza, sólo lo hacen para dos de cada 10 encuestados. Les siguen Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner (1 de cada 10 en ambos casos).
Esto quizás se explique mejor cuando se atiende al sentimiento de desamparo que tiene la mayoría de los encuestados con respecto a los gobiernos. 5 de cada 10 encuestados dicen que, ante un problema, sienten que ningún gobierno (ni nacional, ni provincial ni municipal) puede resolverlo. Es decir que la mitad de los encuestados dice no tener expectativas de que sus problemas cotidianos los resuelva ninguna entidad de gobierno.
A pesar de toda esta crisis de representatividad, siete de cada 10 encuestados dicen haber ido a votar con ganas en la última elección y ocho de cada 10 dicen que si el voto no fuese obligatorio aun así iría a votar.
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