Pese a que la CGT le puso un freno al proyecto de reforma laboral, en el gobierno sostienen que seguirán dialogando para llegar a “un punto de equilibrio” y así poder consensuar un texto que sea girado en las próximas semanas al Congreso.
En la semana los principales dirigentes de la central obrera salieron a rechazar la propuesta oficial que, además de promover un blanqueo de trabajadores que permita incorporarlos al trabajo formal, propicia cambios en la ley de Contrato de Trabajo y en el régimen de indemnizaciones.
De los 145 artículos del borrador que acercaron a los técnicos de la central obrera, hay 14 que “son innegociables”, reiteraron ayer fuentes sindicales y están vinculados a la ley de Contrato de Trabajo. “
Tiene que ver con la definición del trabajo y trata de nivelar las asimetrías entre empleado y trabajador. Eso no se toca. Es como si quisieran cambiar el artículo 14 bis de la Constitución (protege los derechos de los trabajadores)”, ejemplificaron.
Sí hay acuerdo en lo que hace al blanqueo laboral, las capacitaciones y la incorporación de jóvenes mediante las prácticas laborales que antes se denominaban pasantías (término noventista que se quiere evitar). En cambio, provocó cierto disgusto entre los popes sindicales que luego de las elecciones el gobierno haya intentado promover un proyecto “generalista” y no propiciando discusiones “por sector” tal como había declamado antes de resultar victorioso. También hay disidencias con las reformas previsional e impositiva que pretende sancionar el oficialismo.
Desde la CGT sostienen que devolvieron a la cartera laboral una “contestación”’ con observaciones que hicieron al proyecto y que ahora esperan anuncios en la IV Conferencia Mundial sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil -que se llevará a cabo entre el martes y el jueves en La Rural, donde hablará el ministro Jorge Triaca y contará con la presencia de dirigentes sindicales, empresariales y representantes de 190 países-, y en otras reuniones.
“Va a ser un tira y afloje. El diálogo no está roto como se dijo por ahí, que se trató a Triaca de traidor; no se dijo eso desde el triunvirato sí algún dirigente suelto”, agregaron las fuentes.
En este marco, el triunviro Juan Carlos Schmid, al ser consultado ayer por este diario, dijo que desde la contestación a Trabajo no tuvo más diálogo con los funcionarios. “No sé si harán cambios. Cuando nos informen, veremos”, apuntó, lacónico.
Con todo, en la cartera laboral se muestran optimistas con el devenir del proyecto: reiteran que hay un diagnóstico común con los gremialistas que Argentina tiene 4,5 millones de trabajadores en la informalidad y que desde hace años la tasa de desempleo oscila entre el 8 y 10,5 puntos de desempleo por lo que para mejorar esta situación hay que impulsar cambios.
“Hay predisposición para encontrar un punto más equilibrado. Seguramente en la semana vamos a cruzar borradores. Pese a las dificultades no dejamos de ser optimistas”, explicó un funcionario consultado por este diario.
Aunque en el oficialismo quieren aprobar la reforma en las extraordinarias de diciembre, no descartan que la iniciativa pueda ser debatida en febrero de 2018 cuando también se llamaría a sesiones extraordinarias. “Va a depender que haya acuerdo. Si se logra, este mes se puede tener media sanción en el Senado y en diciembre debatirse en Diputados”.
El último jueves, minutos después de la reunión de Mauricio Macri y su equipo con los gobernadores en Casa Rosada, el vicepresidente de la Unión Industrial Argentina, Daniel Funes de Rioja, se entrevistó con el jefe de Gabinete, Marcos Peña. Aunque el motivo de la reunión fue peticionar por la eliminación del impuesto a las gaseosas y a las aguas azucaradas que prevé la reforma tributaria, también se trató el devenir de la reforma laboral de la que la cámara empresarial ya ha avalado.
comentar