El presidente del PJ bonaerense defendió a la exmandataria frente a su condena y prisión domiciliaria, cuestionó la connivencia entre sectores judiciales y políticos, y llamó a recuperar una conducción con coraje y proyecto de país.
El diputado nacional y presidente del Partido Justicialista bonaerense, Máximo Kirchner, aseguró que su madre, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, “es una persona que está trabajando, que está pensando en su país”, pese a la condena judicial que considera injusta y a las restricciones que enfrenta en el actual escenario político.
Según afirmó, lejos de replegarse, la exmandataria continúa reflexionando sobre los desafíos de la Argentina, aun cuando no puede ser candidata.
“Cristina no tiene miedo”, sostuvo Kirchner, al remarcar que su madre sigue “insistiendo y pensando en qué es lo mejor para los argentinos y argentinas”, incluso en un contexto que -advirtió- busca disciplinar a quienes intentan conducir el Estado en función de las mayorías.
En ese marco, cuestionó con dureza lo que definió como una connivencia entre sectores del poder político y judicial, y alertó sobre el riesgo de naturalizar ese tipo de prácticas. “Estas situaciones no deben jamás naturalizarse ni normalizarse”, subrayó.
El dirigente también se refirió al impacto político de excluir a Cristina Fernández de Kirchner del debate público. “Con ella ausente en esa discusión perdemos la experiencia que tiene y una cabeza importante para pensar el modelo de país”, afirmó, y agregó que su voz “le hace falta no solo al peronismo, sino a los argentinos y argentinas para comprender mejor esta realidad”.
En sus declaraciones, Kirchner cuestionó las políticas económicas del Gobierno nacional y advirtió sobre las reformas laborales impulsadas desde el oficialismo. “Este tipo de medidas nunca generaron más trabajo en la Argentina. Históricamente produjeron más desocupación y pérdida de derechos”, señaló, y sostuvo que la flexibilización laboral termina funcionando como un mecanismo de presión permanente sobre los trabajadores.
En otro tramo de su intervención, Máximo Kirchner planteó la necesidad de recuperar un proyecto de país con soberanía y autonomía. “No quiero ser colonia de nadie. Quiero un país que se digne a serlo, que se pare en el comercio internacional desde una posición soberana y que confíe en el talento y la creatividad de su pueblo”, expresó. En esa línea, llamó a reconstruir la autoestima colectiva y a fortalecer una conducción política -“no meramente electoral”- con el coraje necesario para enfrentar los desafíos del presente.
El presidente del PJ bonaerense también se refirió a la convocatoria al Consejo del partido para el próximo viernes 19 de diciembre, con el objetivo de acordar un cronograma electoral interno. Explicó que allí se definirá la fecha para la presentación de candidaturas y los proyectos políticos de quienes aspiren a conducir el partido, y relativizó las especulaciones sobre su propia postulación. “La nominalidad es importante, pero primero hay que ordenar la vida del partido”, indicó.
Consultado sobre la prisión domiciliaria de Cristina Fernández de Kirchner y las nuevas restricciones impuestas, Kirchner volvió a denunciar una persecución política. “Hay un nivel de connivencia muy grande entre sectores políticos y del partido judicial”, afirmó, y comparó el tratamiento mediático y judicial hacia la ex presidenta con otros casos que -según señaló- pasan inadvertidos. “Les molesta que piense, que lea, que hable con gente”, sostuvo.
Finalmente, Máximo Kirchner llamó a recuperar la confianza social y el valor de la palabra en la política. “Tenemos que volver a discutir seriamente la realidad, el empleo, el modelo de desarrollo y el futuro del país”, concluyó, al advertir que sin una alternativa clara y representativa, las mayorías sociales seguirán siendo las principales perjudicadas por las políticas actuales.
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