Había mucha expectativa por el Debate Presidencial y, como era de esperar, las chicanas ganaron la escena y los nervios también dijeron presente.
Roberto Barilli regaló el primer furcio al llamar "Roberto Balaña" al candidato de Consenso Federal. El error se replicó al toque por las redes sociales.
Minutos más tarde, su compañera María Laura Santillán cometió dos errores encadenados y tropezó con la misma piedra: dijo que los candidatos tenían "30 minutos" para exponer, cuando en realidad eran 30 segundos. Enseguida interrumpió a Juan José Gómez Centurión, del Frente NOS, para decirle que se habían acabado sus "45 segundos". de nuevo, eran 30 segundos.
En una de sus primeras intervenciones, José Luis Espert, del Frente Despertar, se refirió elípticamente a sus competidores. "Yo, un ciudadano común como vos, voy a competir con un Presidente, un ex Jefe de Gabinete, un ex Vicepresidente del Banco Nación, un candidato eterno y un ex Ministro de Economía, vamos a defender las ideas de la libertad , Argentina tiene futuro si hace algo completamente diferente", dijo. En las redes sociales enseguida picó "candidato eterno", como eligió llamar a Del Caño.
El candidato del Frente de Izquierda le apuntó a Macri, al que llamó "lamebotas de Donald Trump".
Y Macri esperó un rato, pero dijo lo suyo. Eligió un concepto polémico: la "narcocapacitación". Y un blanco impensado: el candidato a gobernador por el Frente de Todos. "Tanto hablan de educación, me imagino que (Axel) Kicillof va a poner una narcocapacitación en las escuelas".