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El conjunto de Burzaco llegó a los cinco partidos sin ganar y en el regreso a las prácticas busca salir del pozo en el que está desde hace diez fechas.
San Martín de Burzaco volvió al trabajo en medio de una crisis de juego que, luego de la derrota ante Deportivo Armenio, alcanzó las cinco jornadas sin conocer la victoria, pero salvo por el duelo ante Cañuelas, la racha negativa del Azul se extiende diez fechas atrás.
La derrota ante el Tricolor dejó una sensación de pesadumbre que se irá recién este sábado, si el conjunto dirigido por Marcos Flores se impone ante Comunicaciones en el Francisco Boga. Es que para los de Almirante Brown el Torneo Apertura de la Primera B se les hizo cuesta arriba: luego de un arranque prometedor, hasta la fecha ocho sostuvieron intactas sus ilusiones, pero allí comenzó un derrotero de caídas que lo llevó de la quinta a la décimo quinta colocación.
En la fecha 9, ante Acassuso, sufrió la primera derrota e inauguró una racha de cinco duelos sin sumar de a tres, con un empate y cuatro caídas. Y con la interrupción de la victoria ante El Tambero, volvió a cero una cuenta que ahora alcanzó de nuevo los cinco duelos sin ganar, aunque esta vez con tres empates.
Desde el ascenso, a fines de 2023, al Azul se le está haciendo más difícil de lo previsto la adaptación a la nueva categoría y, si no cambia de rumbo en el Clausura, puede acercarse peligrosamente al único puesto de descenso a la Primera C, actualmente ocupado por Liniers.
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