Tres enfermeras que compartían un almuerzo en un restaurante de Berazategui, le salvaron la vida a una abuela de 80 años que se había asfixiado con un trozo de carne, que logró expulsar cuando le practicaron las llamadas "maniobras de Heimlich" y, luego, reanimación cardiopulmonar, dado que había quedado sin pulso.
Elba Leonor Villanueva compartía un almuerzo en familia en el Café Sur, ubicado en Avenida Mitre al 1000. Repentinamente, en la mesa advirtieron que "se puso colorada".
"La situación fue confusa. Ni nos dimos cuenta que se atragantó con un pedazo de carne y en un ratito pasó de todo: se quedó sin respiración y no podíamos hacer mucho hasta que de repente apareció Celeste, un ángel del cielo", recuerda Christian Panza, el hijo.
Volvieron a allanar la Clínica del Horror
Celeste, enfermera, se encontraba en el mismo lugar con unas amigas, y salvó la vida de la mujer. "No dudé en levantarme de la mesa e ir a ver que pasaba. La señora estaba violeta, sin pulso", explicó.
"Fuimos tres: mi compañera, Elizabeth Brites, hizo las maniobras de Heimlich y la señora expulsó el pedazo de carne", describió Celeste, que luego hizo la RCP a la octogenaria mientras Johana Leal, que también asistió a sus compañeras, coordinaba la llegada de la ambulancia.
"Mi mamá quedó internada después, en urgencia en la clínica Berazategui. Le realizaron todos los estudios y lo único que tiene aún es un poco de dolor en el pecho, pero está bien por suerte y gracias a esta chica", reconoció Christian.
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