Gran tristeza generó la noticia del fallecimiento de Juan Pablo Garzino, el adolescente hincha fanático de Quilmes que había recibido un trasplante de corazón hace dos semanas, órgano que su cuerpo rechazó y por lo que perdió la vida.
Juan Pablo tenía 16 años y estaba internado en el Hospital Italiano desde el pasado 29 de julio a la espera de un corazón, que llegó el 17 de agosto. Desde la operación de trasplante, su familia pedía cadena de oración diaria para la pronta recuperación del fanático cervecero.
Si bien el trasplante se realizó con éxito, la evolución del joven era lenta y tuvo algunas recaídas, hasta que en las últimas horas su familia informó a través de la red social Facebook la triste noticia de su deceso, que en cuestión de minutos comenzó a llenarse de mensajes de fuerza y acompañamiento para sus familiares y amigos.
Mediante la página “Un corazón para Juampi” se comunicó que “su estado de ánimo no era bueno” y tras pedir que se redoble la cadena de oración, luego se informó sobre el doloroso hecho.
En el mes de julio, Juan Pablo había comenzado a sentirse mal, pero los médicos no comprendían qué era lo que tenía y le diagnosticaron “una intoxicación”.
Sin embargo, cuando se agravó su estado descubrieron que, por un virus devastador, el corazón se le había agrandado y le había ingresado líquido, afectando también pulmón, riñón e hígado.
Así el adolescente fue incluido en la lista de Emergencia Nacional del INCUCAI. A raíz de su situación, fue conectado a un corazón artificial y luego le colocaron otro que podía llegar a utilizar hasta por dos años. Hasta que llegó un donante compatible, pero la historia no tuvo un final feliz.