Descienden los casos de asma

Los ataques recurrentes de disnea y sibilancias (silbidos) consisten en la inflamación y contracción del músculo liso de los bronquios que estrecha las vías aéreas disminuyendo la función respiratoria con posibles consecuencias, estos episodios son característicos del asma. En ocasiones los síntomas se pueden agravar al realizar actividad física o durante el sueño, afectando el normal desempeño y las actividades que realiza el paciente.

Según el especialista en Alergia e Inmunología Dr. Jorge Máspero, director de la Fundación CIDEA (Centro de Investigación de Enfermedades Alérgicas y Respiratorias), la mortalidad por asma en Argentina ha disminuido por la accesibilidad a las medicaciones necesarias, “entre los profesionales hay mayor conciencia sobre la necesidad de prescribir medicaciones antiinflamatorias, en especial los corticoides inhalados, y los programas facilitaron el acceso a la medicación, logrando mejores resultados en las exacerbaciones y menor cantidad de muertes por asma”, explica Máspero.

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Si bien la tasa de mortalidad por asma es decreciente, hay estudios que confirman que las mujeres jóvenes y adultas están más expuestas a padecer asma que los hombres, incluso sufrir con mayor severidad y frecuencia sus síntomas: “a nivel mundial las mujeres duplican los casos de asma bronquial a partir de la adolescencia y en la edad adulta en relación a los hombres”. Esta situación puede explicarse a partir de lo que se conoce como Asma Perimenstrual: “algunas mujeres presentan mayor severidad en los síntomas, incluso exacerbaciones, cuando están por indisponerse o alrededor de ese período”, es la aclaración que hace el director de Fundación CIDEA.

Sin embargo, los varones no son inmunes a esta enfermedad, entre los 3 y los 11 años son más propensos a padecerla que las mujeres.

Es fundamental mantener el asma controlado con tratamiento a largo plazo para eliminar las crisis y las probabilidades de muerte por asma, “el tratamiento consiste en identificar las causas, en evaluar su severidad y su control, en utilizar los fármacos apropiados para que las manifestaciones sean minimizadas o eliminadas, controlar al paciente para que su evolución sea correcta y que siga utilizando el nivel de medicación que corresponda”, concluye el especialista.