Sorprendentemente
no es la falta de presupuesto la dilación gubernamental lo que ha afectado esta largamente esperada obra sanitaria, sino un
conflicto gremial entre distintas facciones de la UOCRA (Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina) de Lomas de Zamora, que a nivel nacional lidera el poderoso Gerardo Martínez. El choque entre las partes, que pelean por el control de las obras y ciertos beneficios gremiales, dejó un saldo de
un muerto y
cuatro heridos, y desde marzo paralizó los trabajos.
Ajenos al conflicto gremial, pero preocupados por los riesgos sanitarios a los que continúa expuesta la población, el
Foro Hídrico lomense volvió a movilizarse y a exigir a las autoridades de AySA (Agua y Saneamientos Argentinos SA) que destrabe la situación.
"No se puede dilatar más esta obra, cuando sabemos y la Acumar lo está comprobando nuestra gente vive en medio de la contaminación y
sufre enfermedades como hepatitis, gastroenteritis o asma por falta de red cloacal.", enfatizó Víctor Frites, miembro del foro.
Al respecto, el dirigente social afirmó que el jueves pasado exigieron en la regional Sur de AySA que convoque una
"reunión política" con todas las partes para destrabar el conflicto.
No más allá de 2015La planta de tratamiento cloacal se acordó realizarse en
2012 en el marco del saneamiento para la cuenca Matanza-Riachuelo, una obra que demandará una inversión nacional de
$ 288 millones. Estaba previsto terminarla en 2015, pero fines del año pasado el avance de las obras se ubicaba en un 23%.
Con una capacidad de tratamiento de
3.240 m3 por hora, beneficiaría a unos 300.000 habitantes del partido, lo que permitirá llevar la cobertura de cloacas del partido de Lomas de Zamora del 25% de la población actual al
62% de sus habitantes.