La dinámica es muy sencilla, pero a la vez difícil de entender: el vecino llega y, si ve algo que necesita, lo levanta, da las gracias y se lo lleva. No hay dinero, no es necesario el trueque.
La feria se basa en un sistema de solidario donde la lógica "ganar-ganar" no es la que manda. Los vecinos, no tienen un día especial de reunión, se comunican entre ellos o por redes sociales. Encuentros de vecinos, satisfacción por hechos solidarios y anécdotas que nunca faltan, son parte de las convocatorias, por lo general los fines de semana.
"El espíritu de esta forma de encontrarse se basa en practicar el desapego, en hacer lo posible por cambiar una sociedad basada en la competencia y el consumismo, por una basada en el compartir. Nos juntamos para compartir, para aprender a dar y recibir sin nada a cambio", explicó Ludmila Saphir, quien junto a
Alejandra Viegas coordina la llamada Gratiplantas.
Por extraño que parezca, es así. Y si bien en los últimos años se popularizaron las ferias de intercambio y trueque, las Gratiferias se imponen como una instancia superadora.
En este sentido, Viegas aseguró:
"el trueque es intercambio de cosas con valor similar y aquí solo damos o recibimos sin valor económico, sino por necesidad, propia o del otro".
Si bien ese singular sistema de feria en Lanús se coordinan y difunden a través de las redes sociales, no es requisito tener una cuenta o poseer algún tipo de asociación para participar de las mismas.
"Solo es necesario poner buena onda, buena predisposición y entender que estamos no sólo para compartir las plantas sino también para conocernos y pasarla bien. No es requisito llevar nada, ni traerse nada. Aquí practicamos el desapego, la no necesidad de consumir", amplió Viegas.
Gratiplantas es una de las más populares dentro de las gratiferias, porque abarca a vecinos de todas las edades. Allí se pueden obtener semillas, retoños, germinaciones o bien plantas ya crecidas en forma gratuita. Pero el concepto de la feria no es el de un centro de acaparamiento, sino un espacio para brindar algo que sobra o no es necesario y que puede resultar útil para el otro.
Aún así, con todo lo positivo que ese tipo de relación supone, los organizadores son cautos. "No competimos, buscamos lugares donde no haya artesanos ni feria tradicional, cerca de alguna estación y con buena circulación de gente para difundirlas", dijo Saphir.i