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Desde 2007 que el volante chileno protagoniza hechos que demuestran su falta de profesionalismo fuera de la cancha: mujeres, alcohol, accidentes y peleas.
La figura de Arturo Vidal es de las más relevantes del deporte chileno, un país que tiene apenas un puñado de representantes con trascendencia mundial. Sin embargo, en su caso también se acmumulan uno tras otro los hechos que dan cuenta de su falta de profesionalismo fuera de los campos de juego.
Cuando todo Chile empezaba a asimilar su ausencia de cara a los partidos por Eliminatorias ante Argentina y Bolivia debido a que dio positivo de Covid-19, trascendió el encuentro privado que habría tenido con la promotora Nicol Flores en un hotel de Las Condes, uno de los barrios más coquetos de Santiago.
La propia Flores dio a conocer las imágenes en su perfil de Instagram, donde se ve al futbolista y todas sus valijas en la habitación del hotel, y a las que les adjuntó capturas de intercambios de Whatsapp.
"Una foto que no dice nada y un pantallazo de conversaciones arregladas", declaró el polémico Vidal en sus redes a modo de negar la situación comprometida. Y luego fue por más: "Si nadie es perfecto de qué me están juzgando", publicó en su cuenta de Instagram junto a una foto adornada con emojis de coronas, alusivas a su apodo.
Es que al parecer, el volante del Inter de Milán viajó el 25 de mayo a la capital chilena y se hospedó en una habitación a la espera de un encuentro con Flores, horas antes de ponerse a las órdenes de su seleccionado. Cuatro días después fue vacunado junto al resto del plantel y dos días más tarde se sometió al test que le dio positivo de Covid-19.
Vale recordar que Vidal, de 34 años, estuvo casado con María Teresa Matus entre 2009 y 2019, y tuvieron tres hijos. Desde entonces se había mostrado en pareja con la modelo colombiana Sonia Isaza.
Los antecedentes
El 16 de junio de 2015, en plena competencia de la Copa América que se celebró en Chile, Vidal protagonizó un accidente de tránsito al mando de una Ferrari. Se fue de la cinta asfáltica y chocó su vehículo, dañándolo seriamente pero afortunadamente sin secuelas para él ni para terceros.
La policía que se hizo presente en el lugar le realizó un test de alcoholemia que arrojó que el futbolista manejaba con 1,3 g de alcohol en sangre, por lo que se lo llevó detenido. ¿De dónde venía y hacia dónde iba? Había salido del Casino Monticello y se trasladaba a la concentración de la Roja, dirigida por entonces por el argentino Jorge Sampaoli.
A pesar del escándalo, Vidal recuperó su libertad, no fue sancionado ni desafectado del equipo, y acabó levantando el trofeo continental. No obstante fue condenado y acordó realizar trabajos comunitarios.
En octubre de 2014, Vidal salió a divertirse en la noche de Turín y provocó una pelea en una disco, por lo que los guardias de seguridad debieron sacarlo del lugar; el hecho fue filmado y no pasó desapercibido para la Juventus que le aplicó una multa económica, a la vez que el entrenador Massimiliano Allegri decidió excluirlo momentáneamente del plantel.
Pero hay más actos de indisciplina en su haber: en octubre de 2013, tras la clasificación al Mundial de Brasil, Vidal se quedó celebrando con sus compañeros y se perdió el vuelo que lo debía llevar de regreso a Italia a jugar en la Juve; el club volvió a multarlo y el entrenador Antonio Conte lo marginó por tres partidos.
En julio de 2013, la modelo colombiana Mónica Jiménez difundió un videochat que mantuvo con Arturo Vidal y su compañero Gary Medel en el que ambos aparecen ebrios. El dato saliente es que los jugadores se encontraban concentrados con su Selección para enfrentar a Paraguay y Bolivia por Eliminatorias.
En noviembre de 2011, también en la previa de un partido por Eliminatorias con Uruguay, Vidal junto a otros compañeros de la Selección (Gonzalo Jara, Jean Beausejour, Carlos Carmona y Jorge Valdivia) llegaron tarde y en estado de ebriedad a la concentración, luego de participar del bautismo del hijo de uno de ellos. El técnico argentino Claudio Borghi y la Asociación chilena de fútbol decidieron castigar a los futbolistas con 20 partidos fuera del equipo, aunque luego se les redujo la sanción a 5.
En julio de 2007, luego de perder en las semifinales del Mundial Sub 20 de Canadá ante Argentina, Vidal y varios compañeros se pelearon con la policía local y acabaron presos, con esposas en sus muñecas. El volante dijo luego que los policías los habían insultado con expresiones racistas y que habían hecho abuso de poder.
Queda claro que dentro del campo de juego, sus cualidades le permitieron vestir las camisetas de clubes como Bayer Leverkusen, Juventus, Bayern Munich, Barcelona e Inter, pero fuera de las canchas sus actitudes dejan mucho que desear, en la mayoría de los casos -vaya paradoja- cuando le toca vestir la casaca con la que representa a su país.
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