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Ocurrieron después de la derrota contra Tigre en el Nuevo Gasómetro. "San Lorenzo está en una situación casi terminal", admitió el presidente Marcelo Moretti.
La derrota contra Tigre 1 a 0, en el cierre de la Liga Profesional 2024, potenció el malestar de los hinchas de San Lorenzo. Después del partido, un grupo de fanáticos protagonizó incidentes en las instalaciones del club y los alrededores del Nuevo Gasómetro. Incluso, hubo forcejeos con la Policía. Fue el cierre de una jornada que incluyó la suspensión de la asamblea en que iba a votarse el balance 2023-2024.
El clima tenso se sintió desde temprano en el Bajo Flores. "Los pibes no se venden", fue uno de los gritos de guerra de los hinchas de San Lorenzo, en medio de los problemas económicos de la institución. Desde las tribunas también apuntaron a los jugadores y los calificaron de "mediocres", luego de una campaña floja en la que el equipo sumó 29 puntos en 27 partidos, producto de siete triunfos, ocho empates y 12 derrotas.
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"Que se vayan todos", se escuchó durante el partido, en referencia a la dirigencia encabezada por Marcelo Moretti. Ese pedido había sonado durante la asamblea en que iba a mostrarse el balance 2023-2024 del club y debió suspenderse por la irrupción de unos 200 socios. Ese grupo de hinchas reclamó por la salida de los juveniles Agustín Hausch y Santiago Sosa, que fueron vendidos a Defensa y Justicia para cubrir las deudas y salarios atrasados.
“San Lorenzo está en una situación casi terminal, hemos puesto dinero muchos dirigentes. Vamos a hacer un presupuesto más austero. Le pido perdón al hincha por este presente deportivo. Vinimos a sanear el club y hacer el estadio en Boedo”, aseguró Moretti.
Desde la oposición, un comunicado firmado por Marcelo Culotta, César Francis, Sergio Costantino, Agustina Nordenström y Cristian Evangelista advirtió: "San Lorenzo enfrenta una grave crisis marcada por la falta de conducción, liderazgo, transparencia y respeto tanto al socio como al estatuto. Esta situación nos ha arrastrado a un presente desastroso y peligroso en los aspectos económico, financiero, institucional y deportivo. Nuestro club está al borde de la quiebra, la desaparición o incluso la privatización”.
La explosión de los hinchas llegó después la derrota contra Tigre. Los jugadores fueron despedidos en medio de los insultos y cientos de hinchas se acercaron al alambrado a expresar su descontento, mientras la policía cercaba el acceso donde se encontraban los dirigentes. Según pudo verse en distintos videos, el público generó disturbios y rompió varios sectores del estadio del Bajo Flores.
Al poder garantizar la seguridad, fue suspendida la conferencia de prensa de Miguel Russo, que podría dejar su cargo cuando ni siquiera se cumplieron tres meses de su llegada a San Lorenzo.
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