Los datos fueron dados a conocer este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), que a su vez informó que la misma familia del ejemplo requirió de $25.685 para no ubicarse debajo de la línea de indigencia, marcada por la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que en el mismo lapso tuvo un incremento del 4,5%.
En ambos casos, los cálculos del INDEC son realizados sin tener en cuenta los gastos de alquiler y de expensas, que elevarían los ingresos necesarios a niveles sustancialmente superiores.
Los recursos necesarios para que una familia tipo no sea pobre equivalen a casi tres veces el salario mínimo, vital y móvil, de $21.600, o la misma cantidad de jubilaciones mínimas, de $20.571.
La CBT, utilizada para medir los límites de la pobreza, tuvo un incremento del 45% en los últimos doce meses, en tanto la CBA, que marca el tope de la indigencia, registró en el mismo período un aumento del 48%, en ambos casos superior al 42,6% de inflación acumulada desde marzo de 2020.
Los niveles de pobreza tuvieron un importante incremento hasta llegar al 42% en la segunda parte de 2020, en gran parte por los efectos de la pandemia de coronavirus, que derivaron en una mayor desocupación, una menor cantidad de horas extras trabajadas y aumentos salariales y jubilatorios inferiores a la inflación.
En la medida que los índices de precios al consumidor se mantengan en niveles similares a los de los primeros meses de 2021, los analistas económicos y sociales prevén que será difícil perforar ese porcentaje.
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